RAYOTASER: «POCAS COSAS FUERA DEL AMOR O LA MÚSICA ME OFRECEN MOTIVACIÓN SUFICIENTE»
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Rayotaser nació como dúo, un dúo de música electrónica y synth pop, de sintetizadores directos a los receptores emocionales y al sistema locomotor de un público que no puede dejar de moverse. Álex Mera (colectivooruga) y Pablo López (exIGLOO) firmaban una propuesta entre el synth pop y el house, en castellano y con ecos de electrónica.
Debutan con Robocops (La Melona, 2019), largo que, como bien indica el título, remite a la infancia y al paso del tiempo, pero también a una realidad asfixiante. Cuatro años más tarde, y tras la salida de Pablo, Mera afronta una nueva etapa en solitario dando forma a una nueva entrega de electrónica y synth pop, tan intensa y emocional que quema: Incendio (Ferror Records, 2022).
Aunque ahora estás detrás de los sintes de Rayotaser, ya te conocíamos como parte de colectivooruga. ¿Cómo fue la metamorfosis de un grupo a otro?
Álex Mera: «Fue difícil desde lo personal por la separación de Iago, amigo de la infancia y compañero perfecto en estas aventuras musicales. La parte más técnica o compositiva fue fácil y muy satisfactoria».
¿Y por qué ese nombre, «rayotaser»?
Álex: «Pues tiene dos explicaciones; es de las pocas cosas buenas de pensar demasiado.
Cuando lo consideré como nombre cogí dos razones muy ligadas a mi visión existencial. Por una parte, el contraste de jugar de pequeños a los rayos láser y encontrarnos ahora con las pistolas táser de la policía, cambió el cuento. Por otra, ese relámpago interno que siento con las malas noticias, tristezas varias, decepciones...».
Rayotaser empezó en formato dúo junto a Pablo López (¿¡aunque descubrimos que Álex Penido (MARYLAND, Helen & Shanna) también anduvo de por medio?!). ¿Qué propició este nuevo proyecto en común?
Álex: «Álex Penido había entrado en colectivooruga en el último disco que grabamos como tal, Paraíso caníbal (Matapadre, 2013), y fue fácil contar con él para Rayotaser. Con Pablo coincidíamos bastante en bollos, festivales... y siempre venía con la cháchara de tocar en colectivo; también fue fácil convencerlo. Pablo estaba muy ligado a la indietrónica en aquel momento, más allá de lo que tocaba con IGLOO».
Un día antes de la publicación del nuevo disco, del que hablaremos más adelante, Pablo anunciaba que dejaba Rayotaser por motivos laborales. ¿Cómo afrontas esta nueva etapa en solitario?
Álex: «Pues es raro porque no es nada traumático. Desde la pandemia ya era la cosa así; salvo para un par de compromisos que teníamos, no estábamos trabajando juntos. En cierto modo, el contexto personal en un ámbito emocional como es el de la música es la clave de todo. Pablo sigue formando de esto pero de formas más líquidas y libres y quién sabe si volverá, o si Rayotaser continuará mucho más.
Lo que sí es cierto es que, tras las seis fechas de presentación, la propuesta mantiene la personalidad, e ir solo tiene un punto muy provocador, muy directo».
Colectivo era conocido por su electro rock bailable que mezclaba infinitas referencias (noise, psicodelia, punk, electrónica), mientras que Rayotaser se encuadra entre la electrónica y el synth pop. ¿De qué manera evolucionó ese sonido de un proyecto al otro?
Álex: «Dejé de tocar la guitarra. La guitarra me permitía traer esas influencias. Este proyecto quería que fuese más definido».
Lo dijimos muy convencidos en la pregunta anterior, pero... ¿es realmente así? ¿Cómo definirías tú la música de Rayotaser?
Álex: «Synth pop con excesos electrónicos, dance, house o techno. Algo así. Sin pensarlo mucho y sin actualizar demasiado tampoco».
Y si preguntamos por las influencias, ¿a quién señalarías? ¿Cuáles son tus referentes, musicalmente hablando?
Álex: «Pues algunos de los que lo fueron ya no lo son, pero probablemente estén presentes sin querer. De atrás hacia delante: al principio, Chemical, Prodigy, Daft Punk o NIN; luego una época más de productores tipo Leftfield o Laurent Garnier, seguida de una etapa indietrónica con bandas como Cut Copy, producciones como las de Simian Mobile Disco o propuestas como la de Justice. ¡Nada muy exótico!
En los últimos años, Disclosure, Kiasmos, Solomum o Fred Again son lo que más me ha atrapado».
Robocops (La Melona, 2019) es vuestro trabajo debut, un disco que recogía siete temas compuestos después de vuestra demo inicial y que crecieron en directo. ¿Qué os empujó, pues, a publicarlas?
Álex: «Hicimos las cosas del revés. Primero tocamos con un EP de tres temas; el resto de temas para el directo estaban recién compuestos, pero no grabados. Después de muchos bolos paramos y grabamos. Era lo suyo».
El tema adelanto fue “San Junípero”, curiosamente el tema más antiguo, y para el que cogisteis prestado el título del capítulo cuarto de la tercera temporada de Black Mirror (Netflix, 2011-). Como no creemos en las coincidencias, ¿por qué este título? ¿Y por qué escoger precisamente esta canción como adelanto?
Álex: «Hace mucho y puede que no sea de todo preciso en la explicación, pero era por el tema de la muerte y la perspectiva vital según el momento de la vida en el que te encuentres. Que no hay otra que vivir cómo lo sientes, a cualquier nivel; en escoger tu lugar, sino al final escoge otro por ti».
En Robocops escuchábamos “Technoapocalipsis”, la única pieza instrumental del disco. ¿Por qué esta excepción?
Álex: «En los directos los temas se estiraban en una línea más instrumental. Esta era la continuación de “Lo he oído” y tenía entidad propia».
Del synth pop de este trabajo se dijo que evocaba al de formaciones como Dorian o Presumido... a los que vislumbramos en el videoclip de “Todo lo que pido”. ¿De dónde viene ese guiño al dúo gallego?
Álex: «Buenos amigos desde antes de Presumido y de Rayotaser. Tuvisteis buen ojo [risas]».
A principios de noviembre volvíais al mercado discográfico con Incendio (Ferror Records, 2022), una nueva entrega de cinco temas emocionales e intensos de electrónica y synth pop. ¿Cuál fue la llama que prendió este disco?
Álex: «Bloqueo creativo por circunstancias personales. Imposible desconectar de un momento complejo a través de la música; era imposible hacer música a esa velocidad, con esa fuerza de los discos anteriores. Se convirtió en un bucle sin mucha salida. Era imposible despistarme tocando si lo que quería era hacer música de baile. No me salía. Y no tocar... eso era la peor condena que podía tener.
Era un EP que tenía que hacer. Puede que sea algo más personal que los anteriores y, en cierto modo, hasta egocéntrico, pero fue una oportunidad para acercar más lo que soy a lo que hago».
Partiendo de que Incendio es «un disco que nace de la ruptura y su duelo», ¿trabajas sobre estos sentimientos como hilo conductor del álbum?
Álex: «Esos sentimientos son los autores de este EP. Casi no hay un yo racional manipulando el relato, es bastante crudo. Era una prueba, ver si había rencor o cosas así que no hacen más que ralentizar el cambio de etapa. Me sentí bien porque no salió algo feo. Solo tristeza. Aceptada».
¿De qué manera trasladas, o traduces, estos sentimientos a las canciones? ¿Fueron estas emociones tu única inspiración a la hora de componer o hubo otras variables en juego?
Álex: «Como decía, es bastante crudo. Es directo y tiene poca metáfora. Más que inspiración fue una extorsión por parte de mi tristeza en aquel momento».
Temas como “Todo mal”, “Llorando por ti”, o el propio “Incendio” que da nombre al disco, reflejan ese dolor que comentábamos antes, pero también dejan entrever momentos de ¿esperanza, quizás? ¿Dirías que, de alguna manera, el disco tiene, o tuvo, un efecto sanador?
Álex: «Terapéutico, pero también dio vértigo en su momento. Ahondar en la tristeza, dejarte en ese estado como rendición vital, era algo necesario en mi caso. Pero también es cierto que pocas cosas fuera del amor o la música me ofrecen motivación suficiente y llegó un punto que no había ganas de nada trivial. De nada».
Gráficamente, los discos parecen polos opuestos; mientras que el primero tiene un diseño minimalista con letra e imagen en colores neutros, el segundo viene envuelto por una ilustración firmada por Victoria Lamas bastante más colorida, aunque los dibujos son algo... ¿perturbadores? ¿Qué representan?
Álex: «El primero fue obra de Iago Martínez, del que hablábamos antes sobre colectivooruga. Fue una interpretación suya y creo que, a pesar de lo colorido en cuanto a sonidos, había mucha oscuridad en general en ese disco.
En el último, Victoria habló conmigo un par de horas y llevó la idea del universo personal como saturante y obstructor cuando te bloquea por dentro; algo así. Es perturbador aquello que no controlamos ni entendemos. Lo mismo cuando uno no da pie por cuestiones emocionales».
Más allá de la parte gráfica, ¿qué otras diferencias, o similitudes, encuentras entre ambos trabajos?
Álex: «Son diferentes. Mucho. En sentido, ejecución, objetivo... Este último es imperativo, Robocops es fantasía».
Incendio viene de la mano de la —reconocida y prolífica— discográfica gallega Ferror Records. ¿Cómo está siendo la experiencia junto a ellos?
Álex: «Un placer. Siento como un punto familiar con ellos. Es una gozada».
Despedías el año pasado encima de los escenarios (¡qué mejor!). ¿Qué aparatos componen, normalmente, tu live set?
Álex: «Llevo un secuenciador/sampler, tres teclados polifónicos y un monofónico para el bajo».
¿Qué podrá esperar el público de un concierto de Rayotaser? ¿Cómo los enfocarás ahora que, en principio, estarás tú solo sobre las tablas?
Álex: «Hay momentos para todo, la verdad. Los temas nuevos son más suaves y lentos, pero al final van saliendo los anteriores y ya se echan unos pequeños bailes.
Yo lo tomo como una oportunidad de perfeccionar todo y ser capaz de conmover cada vez más desde el trabajo constante y honesto».
¿Tendremos que esperar mucho más para disfrutar de tu música en directo o tienes ya alguna próxima fecha cerrada que puedas adelantar?
Álex: «Después de estas presentaciones tengo fechas, pero en principio prefiero esperar unos meses y centrarme en otras cosas en las que ando metido. Para primavera habrá algunas fechas y alguna otra novedad».
En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?
Álex: «Muchos, pero por no olvidar a ninguno voy a reducir a Músculo!».
Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza
Álex: «Playlists como ‘A-Chill-i’ o ‘Bad Things’, para la ocasión. Temas desde Bad Gyal hasta Steve Lacy. No me da ninguna vergüenza. Pasé por el grunge, el nu metal, el electro, el synth pop... ¡Me da más miedo pensar en llevar todo este tiempo escuchando lo mismo!».