QFB: «SABEMOS QUÉ QUEREMOS HACER Y SABEMOS CÓMO HACERLO»
Corrían los primeros años de los noventa. El rap metal estaba en pleno auge y bandas como Anthrax o Rage Against the Machine entraban en las listas de ventas y, en A Coruña, nacía QFB, pionera del género en la ciudad. Casi tres décadas después, y tras un paréntesis de dos, el grupo está de regreso «más vivo que nunca».
Toninho (voz), Darío (voz), David Acuña (bajo), David Rodríguez (guitarra) y Zalo (batería) han vuelto a coger las riendas del proyecto con fuerza e ilusión renovadas. Y para muestra, un disco; el primero. Treinta años desde su creación y QFB debuta con Rexurdir (2022), un trabajo que recupera los seis temas originales que grabaron para una maqueta, allá por el 95, y sus correspondientes versiones actualizadas.
Foto © Sonia Navas Aranda
El 8 de octubre de 1993 nacía QFB al abrigo del Centro Social Sagrada Familia (A Coruña). Hoy, casi tres décadas después, ¿cómo recordáis aquellos inicios?
Toninho: «Los recuerdo con algo de morriña: era tiempos en los que nuestras vidas eran más fáciles. Éramos unos niños y todo era ilusionante. ¡No sabíamos lo que nos venía encima!».
Dary: «Yo con mucho cariño. Había llegado recientemente a la ciudad y conocí a estos personajes. Después de treinta años somos como una familia».
¿Qué significa «QFB»?
Toninho: «En realidad no tiene significado. Es una broma ya de antes de tener la banda. Nos gusta dejar que la gente use la imaginación».
Fuisteis pioneros del rap metal en la ciudad, un estilo que tuvo su época dorada a mediados de los noventa, pero del que no había muchas bandas en la escena gallega (KannoN, Def Con Dos). ¿Cómo vivisteis aquellos tiempos? ¡Porque llegasteis a compartir escenario con Elastica!
David A.: «Como cualquier chico de 17-18 años: música, amigos, estudios, fiestas y chicas».
Toninho: «Fueron unos años muy intensos, con muchos conciertos en la ciudad y en la provincia, y mucha relación con diferentes bandas locales. Los Def Con Dos ya eran habituales en nuestras escuchas, mientras que, cuando KannoN empieza, nosotros ya estábamos comenzando esa “retirada”».
La punta del iceberg fue, como dices, tocar con Elastica cuando estaban en el número uno de las listas británicas. Tenemos que agradecérselo a Nonito Pereira (hijo), que era quien llevaba los conciertos del Playa Club en aquel momento y apostó por nosotros para ese evento».
Dary: «Con 18 años y en una banda... pues un poco a tope».
Foto © Arquivo QFB
¿Fue siempre este vuestro género, digamos, de referencia, o veníais de otros estilos originarios, como el hip-hop o el heavy metal?
David A.: «La atmósfera underground fue muy importante, siempre estuvo entre nuestras predilecciones, aunque somos una pandilla bastante ecléctica en lo que a la música se refiere (heavy, rock, hip-hop, reggae, raggamuffin)».
Toninho: «La mayoría escuchábamos el hip-hop que llegaba por la radio o que traían en Discos Portobello».
Dary: «Creo que fuimos, y somos, consumidores de muchos estilos de música».
Zalo: «Jose (exguitarrista) y yo veníamos de formar parte de una banda de rock sin mucho éxito, y como lo nuestro era el heavy, fuimos los que mayormente pusimos nuestro granito metal a la formación».
David R.: «Como guitarrista, desde mis inicios tengo influencias del rock en todas sus vertientes: Deep Purple, Metallica, Iron Maiden, AC/DC... y muchos otros de los grandes del rock».
Y, si hablamos de influencias, ¿a quién señalaríais? ¿Quién diríais que tuvo, o sigue teniendo, un particular impacto en el desarrollo del sonido de QFB?
David A.: «Influencias de Metallica, Anthrax, Cypress Hill, Beastie boys. Obviamente por la rama pura del hip-hop NWA, Randy Mc, y otros grupos que nos llegaban a través de amigos y que no se conocían aún».
Toninho: «La influencia más directa es, sin duda, la colaboración de Anthrax en el “Bring the Noise” de Public Enemy; los Beastie Boys y Rage Against the Machine son los que más impacto tienen en nuestro sonido a día de hoy».
Un par de años después de vuestra creación, entráis en estudio para grabar una maqueta de seis temas... que nunca vio la luz (hasta, asumimos, ¿ahora? ¡Pero de eso hablaremos más adelante!). ¿Por qué no se llegó a publicar de aquella?
David A.: «Creo que fue por falta de dinero y que nadie llegó apostar fuerte por nosotros».
Toninho: «El motivo es de lo más obvio: “no teníamos ni para cervezas”».
Dary: «Sí, fue principalmente la falta de dinero».
Foto © Archivo QFB
Llega 1998, punto álgido, como decíamos, del género... y QFB se separa. ¿Qué hubo detrás de esta decisión?
Toninho: «En ese año estábamos en la transición de chicos de instituto a la vida laboral; unos se iban a la mili, otros estaban terminando de estudiar y entrando a trabajar... Sin perspectivas de poder vivir de la música, lo más “fácil” fue a aparcar QFB».
Zalo: «La vida fue empujando hacia esa separación. Como dice Toninho, la mili, los estudios, el trabajo... En definitiva, la transformación de jóvenes a hombres fue lo que obligó esa decisión».
Más de 20 años después, os juntáis de nuevo para ensayar, revisar temas antiguos y componer otros nuevos. ¿Qué propició el reencuentro?
David A.: «Siempre quedó esa “envidia” sana al ver conciertos de otros grupos y, entre comidas y fiestas, acabamos hablando de lo bien que lo habíamos pasado. Esto, sumado a que una grabación de la maqueta del 95 fue escuchada por gente ajena a la banda y las reacciones fueron buenas, fue el detonante para retomarlo».
Toninho: «Todos estábamos en un momento laboral y familiar más estable, si es que eso existe. También el sentimiento de celos al ir a los conciertos y no estar en el escenario».
Zalo: «Hacía poco tiempo que terminara una etapa con una banda de rock de Narón; me llegó la propuesta de estos locos, revivir QFB sin más inquietud que juntarnos y tocar esos temas que teníamos en la memoria. Así fue cómo comenzó este “resurgir”».
Dary: «Concuerdo en lo de la envidia, pero también ganas de compartir nuevos grandes momentos con ellos».
Foto © Sonia Navas Aranda
Poco tiempo después, con las fuerzas e ilusiones renovadas (¡incluso habíais vuelto a los escenarios!), llegaba la pandemia. ¿Cómo afrontasteis el tiempo de incertidumbre, toda vez que, de alguna manera, estabais en pleno «resurgimiento»?
David A.: «Fue un verdadero palo. Acabábamos de presentar el primer concierto. Teníamos cinco o seis fechas más y, de repente, se terminó todo. Además, el confinamiento nos quitó el poder ensayar juntos y hubo que reinventarse. Las nuevas tecnologías y tener tiempo para componer nos permitieron seguir creciendo y madurando la idea de QFB, y usar esas tecnologías que nunca habíamos usado en este contexto fue todo un aprendizaje».
Toninho: «La pandemia en el primer momento fue una jarra de agua fría, pero somos cabezones y, aprovechando que hoy tenemos la tecnología de nuestro lado, decidimos aprovechar para componer nuevos temas y mejorar los que ya teníamos».
“Doces Soños” y “Non é Non” fueron dos canciones compuestas y lanzadas durante el confinamiento; la primera era para fomentar el movimiento #EuFicoNaCasa, la segunda estaba dedicada a la lucha contra la violencia machista. En vuestra opinión, ¿qué papel pensáis que juega la música a la hora de concienciar o llamar la atención sobre un determinado tema?
David A.: «Tiene gran relevancia; la música y lo que expresa es una influencia, aunque involuntaria, en la conciencia de la gente. El mensaje es claro; es una visión y forma de contar una historia, o la realidad de quien la canta, y ser interiorizada por quien la escucha».
Toninho: «Yo siempre tuve la certeza de que la música tiene un componente muy potente a la hora de concienciar a los oyentes, y la prueba la tenemos en los cantautores de la dictadura y la transición.
David R.: «Para mí la música es el medio de comunicación por excelencia».
Con motivo del Día de las Letras Gallegas 2021, publicabais “Compañeiro Daniel”, una adaptación del poema de Darío Xohán Cabana dedicado a Castelao y que ya había musicado Suso Vaamonde en los setenta. ¿Qué tienen de especial para vosotros estos versos para decidir adaptarla?
Toninho: «Siempre sentí una gran admiración por Castelao; también había leído algunos libros de Darío Xohán Cabana, y Suso Vaamonde es el referente si piensas en la música “protesta” de la época. Al leer y escuchar esos versos siempre imagino estar en el ataúd de Castelao prometiéndole que vamos a mantener vivo su anhelo».
Terminabais 2022 con el lanzamiento de Rexurdir (2022), disco para el que recuperáis aquellos seis temas originales de 1995 con sus correspondientes versiones actualizadas. ¿Cómo surge la idea de presentarlas de este modo, como un recopilatorio del «antes» y del «después», en un mismo disco?
David A.: «Queríamos darle la relevancia a esos temas que son nuestras raíces y que estuvieron en un cajón tanto tiempo; por otra parte, también nos veíamos obligados a actualizarlos. El resultado: los temas del 95, quien éramos, y los temas de 2020, quien somos».
Toninho: «Inicialmente íbamos a incluir solo los seis temas de 2022, pero un domingo por la mañana, a alguien se le pasó por la cabeza la idea de enseñarle al mundo de dónde sale QFB, y así ponerle un broche de oro a esa etapa de la que tan buenos recuerdos tenemos».
Dary: «Creo que era imprescindible que la gente que no nos conocía supiese de dónde viene QFB, y que viesen cuánto maduramos musicalmente en estos años».
Foto © Sonia Navas Aranda
Las letras del «antes» se mantienen, pero el sonido del «después» está más definido; escuchamos hip-hop sobre bases de metal rock, e incluso introducís sonidos de la música tradicional gallega y, en general, más samples. ¿Cómo evolucionó ese son?
David A.: «Tanto Toninho como Zalo estaban en agrupaciones folclóricas; ya en “Revolución” del 95 se ve esa mezcla, y ahora con las nuevas tecnologías podemos hacer la mezcla perfecta».
Zalo: «Como dice David A., venimos de una agrupación folclórica en la que aprendimos la importancia de nuestra cultura y queremos seguir festejándola en QFB. La introducción de gaitas, panderetas y hasta de coplas del más puro estilo tradicional también es una manera de identificarnos».
Toninho: «Las letras de “Revolución”, “Alkohóliko” y “Sabadete” se mantienen en esencia, pero “QFB”, “Dollar” y “Falsos” cambian muchísimo.
La decisión de introducir elementos de la música tradicional es una forma de decirle al mundo que somos gallegos, y que esos instrumentos no son solo para emplear en el campo tradicional, sino que también tienen cabida en géneros como el rock, el pop y hasta en el rap metal».
Al hilo, ¿qué diferencias y semejanzas señalaríais entre los originales de los noventa y las versiones actuales?
David A.: «Veinte y pico años, madurez, sabemos qué queremos hacer y sabemos cómo hacerlo. En los trabajos del 95 hay cierta frescura anárquica y algo de ingenuidad; en los del 2020 apostamos por la contundencia y la medida».
Toninho: «En los 90 empleábamos lo que teníamos más a mano, por eso solo había guitarra, bajo y batería. Ahora, la tecnología nos da la oportunidad de incorporar samples y scratches, consiguiendo que la parte hip-hop del sonido esté más presente».
David R.: «Si antes los temas eran buenos, ahora creo que ganaron mucho; tanto en la música como en las letras se puede apreciar la madurez y la experiencia de los años, que resultaron en unos temas más sólidos».
Aunque fueron escritas hace años, ¿pensáis que las letras de esas canciones siguen siendo actuales?
Toninho: «Y tan actuales... Parece que vivimos en un bucle y que nada cambia; “Doces soños” fue escrita en el 96 y, escuchando con atención a letra, podrías pensar que fue escrita hoy».
Dary: «Sí, esto es una rueda que no para de girar y siempre vuelve al inicio. Las personas siempre caemos en los mismos errores una y otra vez».
Foto © Sonia Navas Aranda
Llegados a este punto, podríamos decir que, si hay un adjetivo que defina la carrera de QFB es «resiliente», ¿no?
Toninho: «¡Más que resilientes lo que somos es cabezones!».
El sábado 21 de enero subíais al escenario de Pelirroja Merchi (A Coruña) para el concierto presentación de Rexurdir. ¿Cómo fue la experiencia ya que, además, estabais presentando el disco?
Toninho: «En dos palabras bru-tal. En serio, no podíamos pedir mejor respuesta de la gente que vino a abarrotar el Pelirroja Merchi. Desde la prueba de sonido hasta que terminamos de desmontar, hubo un clima de fiesta y de comunión.
Muy contentos y con energías renovadas para las próximas fechas».
David A.: «¡Fue sorprendente! La gente respondió muy bien; se veía que se divertía y eso hizo que la puesta en el escenario fuese lo más».
Dary: «¡Lo pasé en grande! Tocar en el Pelirroja Merchi es como tocar en casa, y cuando ves a la gente moverse al ritmo de tus temas ¡es una gozada!».
David R.: «Fue fantástico. Me sorprendió gratamente la comunicación entre nosotros y el público, lo que es muy gratificante».
Zalo: «Subir a los escenarios es la mejor droga que existe, y nosotros estamos enganchados. En la Pelirroja Merchi nos sentimos en casa y cada vez que volvemos lo celebramos con una buena fiesta, y así fue. La presentación del disco fue simplemente la excusa perfecta para festejar que este proyecto está más vivo que nunca, que somos como una familia que camina unida.
Queremos dar las gracias a todos los que forman la Pelirroja, a David Rodríguez, nuestro nuevo guitarrista, por su primer concierto, y a cada una de las personas que nos acompañaron en esa noche tan especial».
¿Qué podrá esperar el público de un concierto de QFB? ¿Alguna fecha próxima ya cerrada que queráis compartir?
Dary: «Fiesta y letras que van a hacer que piensen un poco».
Toninho: «A un concierto de QFB hay que venir con ganas de pasarlo bien, saltar y chillar. Nosotros siempre lo vamos a dar todo encima del escenario».
Tenemos cerradas, hasta el momento, seis fechas más. La más próxima es el 10 de febrero en La Disfrutona del Orzán con otras dos bandas locales, Bola Rápida y Overlook 237».
Foto © Sonia Navas Aranda
En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendaríais? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?
Toninho: «Por supuesto recomendamos 100% a QFB. En la escena gallega hay muchísimas bandas con mucha calidad, por ejemplo Rebeliom do Inframundo, Crú, To-Xo, Arrhythmia, Lóstregho, y veteranos como Solrain».
Si abriésemos vuestras cuentas personales de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza
Toninho: «En mi cuenta de Spotify, puedes encontrar desde Beastie Boys, Rage Against The Machine, Silmarils, NAO, SonDaRúa, hasta Xabier Díaz, Magín Blanco y Xoán Curiel».
Dary: «Uf, de todo: hip-hop, R&B, rock, reggae, soul...».
Zalo: «Yo soy devoto del metal progresivo y del hardcore, pero también incluyo en mis listas los grupos de nuestra tierra con estilos completamente diferentes al nuestro».