MISTERMYR: «YO HAGO MÚSICA; LA QUE SEA, LA QUE HAGA FALTA, LA QUE ME ECHEN»
MisterMyr lleva rockeando, y haciendo rockear, media vida. Aarón Silva empezó a tocar el piano a los seis años, la guitarra a los ocho y, ahora, tras años de formación constante, se atreve con (casi) todo: rock, metal, synthwave, rap, trap, ritmos latinos... El artista pontevedrés residente ahora en Ames (A Coruña), lejos de ser un misterio en el mundo de la música, es un camaleón; a su faceta de músico, hay que sumarle las de productor y compositor de bandas sonoras para videojuegos.
Su lanzamiento más reciente, Portfolium Vitae I (Original Videogame Soundtrack) (2024) junto a Qervo (Yago Pazos), es un largo de 13 cortes que hace, a su vez y como bien indica el título, de currículo.
Detrás de MisterMyr encontramos a Aarón Silva, pontevedrés afincado en Ames (A Coruña). ¿Cómo recuerdas tu primer contacto con la música y que dirías que hizo que lleves «rockeando la escena musical desde los seis años»?
MisterMyr: «La verdad es que no recuerdo mucho. Alguna imagen suelta de la academia JOSMAR en Pontevedra, aprendiendo los básicos de solfeo y piano. José Manuel era un profesor muy atento, y pronto trasladó el pequeño local en Xerardo Álvarez Limeses, a pocos metros de nuestro edificio, a un mejor local en A Parda, donde acudí unos años más. Con 8 entré en el conservatorio de Pontevedra en la especialidad de guitarra clásica; la distancia entre ambos lugares terminó por hacernos priorizar la enseñanza pública uno o dos años después.
Creo que lo que hizo que siga rockeando tras casi treinta años fue mi paso por el Ataúlfo Argenta, conservatorio de Santander, durante mi adolescencia. Tuve la suerte de coincidir con profesores como Emilio Otero de piano, Javier Canduela de guitarra, Luis Ángel Sánchez de armonía y composición, eminencias en su campo cada uno de ellos. Y en especial mi tutor de guitarra Juan José Sáenz Gallego, que despertó en mí un amor por la música y la guitarra que ya se venía forjando, y Antonio Noguera Guinovart quien, enriqueciendo el trabajo del anterior, estableció unas bases para la composición y conocimiento intrínseca de las formas musicales que me dan pie cada día para hacer lo que hago».
Tienes formación en piano y guitarra clásicos, instrumentos que, como comentábamos, empezaste a tocar desde pequeño. ¿De qué manera influye esta formación clásica a la hora de dar forma a este proyecto, más cercano a otros géneros como la electrónica o el rock progresivo?
MisterMyr: «La música clásica requiere técnica y suele a ser más compleja que los géneros pop. Creo que mi deriva hacia estilos más trabajados era obvia; muchos pensaban que podría tirar hacia el jazz, pero no fue así.
Me gusta dar un paso más, salir de lo convencional. Compases compuestos, armonías más elaboradas que un simple acorde mayor o menor, mezcla de estilos... La formación clásica simplemente me da muchísimas herramientas con las que jugar, toque la música que toque.
De todas formas, no me gusta definir MisterMyr como un proyecto atado a ningún estilo en específico. MisterMyr soy yo, hoy hago una cumbia, mañana black metal, pasado un city pop japonés.
En el corazón siempre llevo el heavy metal, por el mensaje de libertad que pienso que defiende el género. También me siento muy cercano al hip hop; al fin y el cabo siempre viví en los barrios».
Al hilo, y después de pasar por diferentes agrupaciones de rock y metal como From Hell, Rotten o Meigha, ¿cómo fue tu acercamiento al mundo de los sintes y a la música electrónica?
MisterMyr: «Creo que es un paso también obvio a la hora de acercarse al mundo de la producción.
Los teclados MIDI son asequibles, la música electrónica también puede ser definida cómo asequible. Hay géneros y temas más complejos, pero se puede hacer algo cuco con un bajo secuenciado, unos arpegiadores, una caja de ritmos y melodía.
Igualmente, mi primera producción fue para el juego de móvil ‘10 Temptations’ que, a falta de teclado, escribí por completo en tablaturas de guitarra, que luego exportaba la MIDI para arrastrar en el software de producción...
Ahora miro hacia atrás y no hace mucho que mataba pájaros con un tanque, por decirlo de alguna manera. Venía de la música en directo y, fuera de la preparación clásica, durante los años anteriores a intentar producir, estudié lo que pude (por mi cuenta, que no había recursos para titulaciones) acerca de composición moderna, psicología musical, orquestación, bandas sonoras... Mucho análisis y escucha activa para saber lo que estaba haciendo todo músico o grupo al que escuchaba. Pero de producción tenía cero idea; probé varios softwares hasta que me topé con el Ableton, donde la intuición me guiaba mejor que en el resto. El juego para el que hice aquella banda sonora tardó tanto en desarrollarse ¡que terminé por rehacer todo con mejor equipo previo al lanzamiento!
El trabajo durante esas semanas me dio unas bases de producción virtual y seguí con el synthwave y demos de metal y rap. Mi salud mental, que entonces estaba bastante perjudicada, empezó a mejorar y até cabos a que, si tocar música me hacía sentirme bien, escribir y crear me hacía mucho mejor.
Sin quitarle méritos a amigos y a mi madre, que hicieron, y aún hacen, mucho».
Foto © Carlos Pereiro
Ahora, sin etiquetas, ¿cómo describirías la música de MisterMyr?
MisterMyr: «Cualquier cosa, un caos, de todo un poco... Al principio lo vi como un problema. La primera banda sonora constaba de una serie de escenas: un pub de rock, otro de jazz, un restaurante chino... Mis temas pasaban por diferentes familias de la música electrónica, rock, metal, rap, cumbia... Normalmente los creadores de contenido dividen, pero ¿qué iba a hacer yo, 17 canales cada uno con un formato? Después de darle muchas vueltas, lo decidí: “yo hago música”; la que sea, la que haga falta, la que me echen, la que me pete.
Hace poco, un amigo de la industria me preguntaba asombrado viendo mi biblioteca de proyectos, “¿pero tú te sientas a hacer música sin saber para qué es esa música?”, ¡claro! Juan José Sáenz, profesor de guitarra parafraseaba a Picasso: “las musas existen, pero que te cojan trabajando”. No vale de nada inspirarse a 20 km de la casa en la montaña, pero si te llega mientras estás en el ordenador del estudio, es útil. Para eso hay que escribir cosas malas, cosas mediocres, cosas regulares... Además de la práctica, el estudio y la constancia hacen que el “bloqueo del escritor” me parezca un invento; yo si no escribo es porque no me senté a escribir».
Encontramos que myr («ma» en castellano) es un símbolo de unidad de tiempo que equivale a un millón de años. ¿Por qué MisterMyr?
MisterMyr: «¡No tenía ni idea y me resulta gracioso no haberlo escuchado nunca!
Cuando empecé en el conservatorio de Pontevedra, mi madre limpiaba casas en horario de tarde. Me dejaba en la biblioteca pública, en la misma calle que el conservatorio, y suerte que me enseñó a ser responsable y me quedaba por allí haciendo los deberes, iba la clase y cuando no tenía más que hacer leía. Leía muchos libros, los devoraba. Hasta el punto que me dieron acceso al piso superior donde podía encontrar libros más “complicados”; allí empecé con las obras de Tolkien. Me imaginé un personaje dentro de aquel mundo de fantasía, llamado Mirvender... ¿sonaba élfico? Más adelante usé ese nombre para crear una dirección de correo electrónico y en varios personajes de juegos online. Los amigos de clase nos llamábamos por los nombres que usábamos en Internet y por acortar comenzaron a llamarme Myr (con “y” se veía más heavy).
Otro amigo músico, en broma, me decía Señor Myr y terminé usando MisterMyr».
Foto © Daniel Atán
Tu guitarra se escuchó durante algún tiempo en el casco viejo de Santiago de Compostela, donde pasaste horas y horas tocando cómo músico callejero. Echando la vista atrás, ¿qué lecciones dirías que te dejó esa experiencia?
MisterMyr: «Si estudias de forma óptima se puede vivir de la música, pero no siempre es bonito.
Tengo recuerdos preciosos, de gente que se paró hace 15 años con la que todavía hablo cada semana; gente que me ayudó mucho, que se emocionó, que cuando paré de tocar me echaron en falta... Pero es muy duro; frío, lluvia, gente sin educación...
Es un recurso que guardo siempre. De ponerse feas las cosas no me voy a quedar sin sustento, pero prefiero evitarlo».
Si preguntamos por tus influencias musicales, ¿a quién señalarías? ¿A quién consideras como referentes?
MisterMyr: «El primer nombre que me viene a la cabeza es Nobuo Uematsu, compositor japonés afamado por innumerables bandas sonoras de videojuegos entre otros trabajos. Su música en el Final Fantasy VII hizo un clic en mi cerebro y, en el momento en el que empecé a entender las enseñanzas en armonía de Antonio Noguera y atarlas con las melodías y progresiones de la música del juego, supe que ahí había algo interesante para mí. A veces creo que es una pena que tardase tantos años en coger la producción, pero igual no habría llegado preparado de la misma forma, tanto académica como mentalmente.
Luego la lista puede ser interminable de tantos géneros que escucho. Regino Sainz de la Maza, Tárrega y Narciso Yepes para guitarra clásica; Rachmaninoff en el piano; Bach, Wagner, Tchaikovsky...
Ya en épocas más próximas: Gentle Giant, King Crimson, Rush, Dream Theater, Opeth, Biggie, 2Pac, Dr.Dre, Snoop Dogg, Masayoshi Takanaka, Michael Jackson, Bee Gees, Judas Priest, Iron Maiden, Windir, Abbath, Immortal, Dimmu Borgir, Guille Milkiway (La Casa Azul)...
Podría escribir y no parar, de todos aprendo algo útil».
En 2019 publicas 30 Days, 30 Songs (Challenge) (2019), resultado del reto de escribir y producir una canción cada día durante un mes. ¿Cómo lo afrontaste? ¿Volverías a repetir algo similar?
MisterMyr: «Aquello fue una broma que llegó lejos de más; aprendí mucho y salieron ideas muy interesantes, pero también me dicen un pequeño golpe de realidad.
Estaba trabajando con un amigo productor francés, Hazmat, cuando hicimos una broma sobre imitar el Inktober con un día más de duración en noviembre. Inktober es una iniciativa de artistas gráficos en la que dibujan en tinta una pieza diaria. La mayoría de los que empiezan no finalizan... y en un par de semanas entendimos por qué.
Teníamos un bol con géneros musicales, cada día quitábamos un papelito y a escribir en ese género con unas reglas de duración, creatividad y no repetición de ideas. Al principio de todo fue pan comido: temas producidos en una hora, buenas ideas... Hacia el día 12 yo ya no tenía idea de qué hacer. Hay temas estrambóticos, cosas que si no me dicen que son mías no me lo creo. Aquí fui listo y no hice nada con guitarra hasta mitad de mes, a partir del día 15 quitarme ese hándicap me abrió las posibilidades de mi instrumento principal, y conseguí finalizar, no sin alguna dificultad; sobre todo por conseguir cuadrar horarios de la vida normal más la producción diaria.
El amigo Hazmat y yo coincidimos en que habría sido imposible en solitario, pero muchos días, saber que el otro estaba al pie del cañón daba los alientos que faltaban.
No sé si volvería a repetir en ese formateo por la dificultad horaria de cuadrar 2-4 horas todos los días del mes para hacer algo, pero estoy seguro de que algún mes he hecho más de 30 temas sin proponerme reto alguno».
Eres autor de bandas sonoras para videojuegos; aparentemente podría resultar algo semejante a hacer la banda sonora de una película, pero, a poco que se piense, las condiciones de recepción son muy diferentes, ¿no? ¿Cómo es el proceso de creación?
MisterMyr: «No es algo que me resulte muy diferente. En ocasiones vas a querer música que acompañe a la acción, en otras vas a querer un ambiente que no moleste pero dé un color a la escena... depende mucho del género en ambos casos. Unas veces querrás que el espectador o jugador esté saltando con la música y en otras preferirás que sea sutil para que no se despiste de la narrativa, objetivo del juego, pistas visuales de la película...».
Para el proceso de creación, imaginamos recordar una canción, escucharla dentro de la cabeza como con una radio interna; pues lo mismo pero es una canción nueva. A veces la escribo o directamente grabo según a pienso, otras veces le doy vueltas en la cabeza para tener una idea más pulida antes de sentarme a escribirla/grabarla. Luego arreglo, mejoro, le doy un descanso y vuelvo a darle vueltas... Una vez estoy contento con la idea, termino la producción y envío o publico. No me gusta darle vueltas a las cosas terminadas; si me pongo perfeccionista, nunca lo voy a sacar.
Obvio en un tiempo va a ser mejor porque tendré más conocimientos y experiencia, pero la mejora de trabajar encima de algo casi finalizado no es mucha al lado de lo que puedo aprender haciendo varios temas nuevos. Además, no sigo la práctica de muchos artistas de borrar los trabajos viejos de peor calidad. Vengo de hacerlo peor, si ahora lo hago mejor es por comparación con el anterior; el camino se trata de eso y no lo voy a ocultar».
Una de esas bandas sonoras es la música para Neon Flytron (2020), videojuego que llega ya... ¡a más de 2,5 millones de jugadores! ¿Cómo se gestó la creación de esa banda sonora? ¡Porque el autor del videojuego vive en Crimea!
MisterMyr: «Vi el juego en Twitter con muy buenos gráficos y una música que gritaba pertenecer a una biblioteca genérica con poca alma y cero originalidad. Le mandé un mensaje privado al desarrollador y le ofrecí hacer una banda sonora original a cambio de un porcentaje postlanzamiento. En cosa de un mes escribí un montón de temas para él; escogió los que más me gustaron y lanzamos el juego. Todo un éxito para nuestra sorpresa, el mercado de móviles es un poco caótico.
Alcanzó 100.000 jugadores en el primero mes y generó una buena cantidad a través de los anuncios. El autor solicitó el pago, pero debido a la guerra, la mayor parte de lo que debíamos cobrar quedó bloqueado.
Poco después, un par de páginas de juegos chinas copiaron la aplicación y, como el autor actualmente se encuentra en paradero desconocido, se decidió no llevar a cabo acciones legales contra ellas. La razón: si no se puede cobrar, por lo menos que esté a la vista de todos que un juego en el que puse música tiene millones de jugadores. Hace un par de meses, estas páginas fueron más allá y sabiendo de la desaparición del autor, tomaron acciones reclamando el juego como suyo y lo quitaron de Google Play Store.
Una pena todo, pero fue una cosa de la que me siento muy orgulloso, escribí temas muy interesantes y saqué ánimos para continuar en la industria musical».
Además de músico, también eres productor, una labor que realizas tanto en composiciones propias como ajenas. ¿Cómo es MisterMyr como productor cuando trabaja para otros?
MisterMyr: «Intento ser lo más afable posible. Si la gente se siente cómoda, va a ser lo más natural; sea cantando, tocando o transmitiendo sus ideas por palabras para que yo las convierta en música. Intento aportar lo máximo posible con mis conocimientos dentro de los límites de lo que busque el artista. Aconsejo a quién se deja aconsejar».
Uno de tus trabajos más recientes como productor es el tema de Verter GZ “Guateke Turras”. ¿Cómo recuerdas el darle forma final a ese tema?
MisterMyr: «Conocí a Miguel y Fiz en la Liga CeibaRimas 23. Allí les comenté que tenía un concurso en marcha: coger una de mis instrumentales y hacer una letra corta en formato reel de Instagram. Los participantes con más likes y vistas se llevaban una producción gratuita. Vertir GZ ganó y poco tardaron en venir el estudio a grabar sus voces.
Quedé encantado, por el gran nivel musical, que hizo el trabajo muy sencillo, y por la cercanía y simpatía de ambos. ¡Uno de los temas en los que más me divertí trabajando!».
Publicado el pasado verano, “Heatwave II” era un sencillo dedicado «a la gente del campo» que servía, a su vez, como llamamiento para cuidar el planeta; poco después, se estrenaba “Prende o lume”, tema de Lidia L. Chao por la lucha contra la violencia machista en el que participaste en la composición de la música y en la producción. En tu opinión, ¿qué papel crees que tiene, o debería tener, la música a la hora de despertar conciencias?
MisterMyr: «Creo que la música, como cualquier otra forma de arte, tiene importancia a la hora de transmitir mensajes, tanto para bien como para mal.
Ahí es cosa de cada uno transmitir de forma más abierta o más sutil los valores que quieran. Y no me parece mal que algunos artistas hagan música “neutral”, tiene que salir de un mismo el querer transmitir un mensaje. Algunos gritan en Twitter, otros gritan en la calle... A mí no me gusta gritar, entonces decidí incluir en mi catálogo temas que hablen de mis valores. Algunos descaradamente como la saga de “Heatwave I” y “II” más “Coldwave”. Otros hay que pararse a escuchar lo que dice la letra o conocerme para saber la intención que tenía. Por ejemplo, en “The Night Has Come” la letra de Alejandra ‘Kimi’ Pazos habla de un postapocalipsis donde el clima terminó por destruir casi todo lo que conocemos».
Por cierto, ¿cómo surge, y se desarrolla, esta colaboración con Lidia L. Chao? ¡Porque leemos que fue su primer rap!
MisterMyr: «Al igual que con Verter GZ, Lidia participó en uno de mis concursos de Instagram y ganó una producción. El concurso estaba pensado para música urbana con instrumentales de rap, hip hop, trap... pero se podía cantar por encima de ellos, no era obligatorio rapear. Lidia tuvo mucho coraje de lanzarse a un género nuevo cuando, en mi opinión, pudo haber ganado igualmente con algo completamente melódico.
El resultado fue increíble, un tema muy potente con un mensaje que no me los debería cansarnos de repetir. ¡Otro de los orgullos de mi carrera!».
En tu discografía encontramos títulos como Neon Freestyle Training BEATS vol. 1 (2023) o Neon Freestyle Training BEATS vol. 2 (2023), álbumes que lanzabas para que el público practicara freestyle en la casa. ¿Cómo surgió esta idea? ¿Habrá vol.3?
MisterMyr: «La idea se forjó por lo que vengo comentando, hacer un concurso en el que darle salida a gente de nivel que está empezando en la industria. Además de servirme como excusa para publicar un montón de instrumentales del tirón que tenía guardadas para ir enseñándole a los cantantes que me pedían música urbana.
Se podría decir que ya existe una tercera parte, con diferente nombre, pues en la que tuve unas cuantas ideas para ella empecé a trabajar con Yago “Qervo” Pazos y publicamos juntos una mixtape. Esta vez sin concurso, debido a la carga de trabajo que acumulábamos con otras producciones.
No descartamos volver a lanzar concursos similares».
Hace un par de meses que lanzabas Portfolium Vitae I (Original Videogame Soundtrack) (2024), un largo para el que unías fuerzas con Qervo (Yago Pazos). ¿Cómo nació y se desarrolló esta «banda sonora» o «portfolio»? ¿Con qué fin?
MisterMyr: «Al igual que con las instrumentales de urbana, teníamos un montón de trabajo terminado para varios usos que enviábamos de forma privada a proyectos que pudiesen necesitarla para buscar nuevas oportunidades de trabajo, un currículo.
Nos pareció que el trabajo era de nivel suficiente como para merecer estar publicado y facilitarnos las cosas a la hora de compartirlo. En lugar de juntar varios archivos, un enlace a Spotify/YouTube y listo. Seleccionamos algunas obras finalizadas, escribimos otras pocas para cubrir la mayor parte de estilos posibles...
Además, Yago y yo somos profesores en Longa Music Lab. Pensamos que es muy buena publicidad para la escuela que los alumnos potenciales puedan escuchar del que es capaz a gente que imparte materias de composición y sonido final».
Foto © Daniel Atán
Yago Pazos y tú conformáis QMProds, perfil de producción musical profesional. ¿Cómo surge esta oportunidad y con qué objetivo?
MisterMyr: «Todo empezó con la idea de profesionalizar la imagen de beatmakers. Crear instrumentales de alto nivel y grabar cantantes, melódicos o de rap.
Yo tengo mucha facilidad para escribir música y Yago es un fuera de serie en la mezcla y finalización; era cuestión de tiempo que juntásemos esfuerzos para llegar a un nivel más allá.
Con el tiempo, además de estos estilos, fueron cayendo cosillas de bandas sonoras, fondos musicales, y tomamos la decisión de evolucionar a la producción musical en general, sea lo que sea lo que nos pidan».
¿Por lo visto algunos de los temas de Portfolium Vitae I están sonando en fondos de la TVG? ¿Cómo es eso?
MisterMyr: «El equipo de producción del programa Malicia Noticias nos solicitó unas composiciones para usar en fondos. Algo de tensión, algo de fiesta, una cabecera de sección... creamos una biblioteca bastante interesante. Algunos de esos temas los consideramos y los incluimos en el Portfolio».
En Portfolium Vitae I escuchamos ritmos urbanos mezclados con otros más clásicos sobre una base de electrónica. Es curioso cómo, en tus composiciones, géneros aparentemente lejanos, como son, por ejemplo, el trap de la synthwave, terminan por confluir de una manera de lo más natural. ¿Cuál es tu secreto a la hora de fusionar diferentes estilos?
MisterMyr: «La música popular está arraigada a través de los diferentes géneros. Cambian las instrumentaciones y los tiempos, pero la mayor parte de la gente hace ruedas de 3-4 acordes con las mismas estructuras intro-estrofa-estribillo...
Si se escucha la música de forma activa, analizando el papel de cada instrumento, se puede intercambiar y complementar las piezas de diferentes estilos. Por eso me gusta tanto el progresivo; sin necesidad de salir del mismo tiempo y tonalidad, empiezas haciendo una balada pop, pasas por un rock clásico, un corte de cumbia-flamenco y terminas en heavy metal.
Con ese ejemplo: el trap normalmente viene definido por un ritmo de percusión bastante específico; por otro lado, el synthwave tiene los bajos pulsantes y los arpegiadores. Si mantengo estas premisas que dan identidad a ambos estilos musicales, no es difícil mezclarlos».
Sin miedo: ¿de qué se compone tu set de trabajo? ¿Cuál es tu line-up de confianza?
MisterMyr: «Trabajo en un estudio casero, humilde pero resultón.
Un portátil de gama media enchufado a una pantalla para ver mejor. Múltiples hubs de USB para tener todos los periféricos conectados.
La mayor parte del tiempo escribo con un teclado MIDI y aplico instrumentos virtuales a esas pistas para que suenen a lo que yo quiera: bajos, orquestas, trombones, una batería... Para demos más elaboradas o temas que buscan un sonido profesional tengo la tarjeta de sonido Line6 UX2, principalmente para guitarra y voces.
Tengo mi Alhambra 6P para grabar las clásicas, una LTD EC1000 DLX, guitarra eléctrica de confianza, con mucho cuerpo (y peso) que utilizo en la mayor parte de las ocasiones. También tengo una Fender Stratocaster Mex, que utilizo cuando no necesito tanto cuerpo o busco ese sonido específico de las strats.
En la esquina de la sala, tengo una pequeña cabina de voces con un AKG P120 de condensador que me da muy buenos resultados. Para la escucha tengo dos pares de altavoces, uno de respuesta plana y un HiFi para hacer comparación sin tener que moverme. Pronto quiero añadir un altavoz mono de móvil para tener esa tercera opción.
Si la economía lo permite, voy buscando opciones de mejora para todo esto».
A finales de agosto publicabas “Abracadabra” con Mog. ¿Podrías contarnos algo más sobre este lanzamiento?
MisterMyr: «Es el tema resultante de la colaboración entre Longa Music Lab y CeibaRimas. Mauro “Mog” se clasificó subcampeón de la edición del 2023 y ganó una producción con nosotros. Un tema en gallego que solo usa palabras con la letra “a” en las estrofas y un estribillo con la letra “i”.
En mi opinión, a pesar de que Nach ya lo había hecho en castellano, este tema marca un punto de nivel muy alto en el rap de la tierra. Dando más fuerza a este argumento con gente como Jallejo, Big Meu, O Pirata, presentándose en gallego a competiciones de freestyle que inicialmente eran en castellano. Además del creciente nivel en los eventos de free en gallego».
¿Qué podemos esperar de MisterMyr en un futuro no muy lejano? ¿Puedes adelantar que estás discurriendo en el estudio?
MisterMyr: «Intento no estar parado. Estoy en contacto con muchos artistas de la zona y también de muy lejos. Algunos están escribiendo, estoy escribiendo para otros...
Compongo a menudo fondos para animaciones, mangadubs... Estoy constantemente tirando el Portfolio a castings para bandas sonoras, de animación, series, videojuegos... Es una industria muy complicada, mucha gente haciendo música a muy distintos niveles.
Por mi parte, sigo teniendo mil ideas y no dejan de salir nuevas. Oportunidad que aparezca, la cogeré como si fuese la única, dando todo de mí y sin dejar de formarme para contar con cantidad y calidad de herramientas. Por supuesto, seguiré sacando iniciativas y trabajando con artistas que comiencen desde abajo, dando oportunidades a quién pueda dentro de mis posibilidades y capacidades.
Me gustó mucho el resultado de “Aunque caiga el sol”, tema que hice con la gente del Milladoiro SD, club del que formo parte desde el año pasado como community manager y ahora como parte de la junta directiva. No descarto seguir juntándome con jugadores y técnicos para hacer más música de temática deportiva».
El curso pasado fuiste profe en Longa Music Lab, la escuela de sonido de Vicky Longa en la Cidade da Cultura. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué esperas de este nuevo curso que está por empezar?
MisterMyr: «Enseñar los conocimientos que recogí durante todos estos años es una experiencia muy gratificante. Siempre hablo de lo sencillo que me resulta escribir o entender lo que escucho, pero reconozco la complejidad en las distintas capas de la materia. Escuchar un tema de un alumno y ver que aplicó ese conocimiento de forma efectiva, transmitiendo y cumpliendo las bases que le dimos, es emocionante.
De este curso que viene espero lo mismo pero mejor. Ya no es el primer año que te coge un poco de sorpresa de alguna manera; tenemos un poco más de experiencia, por lo que imagino, y espero, que los resultados sean aún mejores y podamos enseñar de forma más eficiente si cabe.
Además, opino que tanto Vicky como Yago tienen un nivel increíble y no dejan de formarse y querer mejorar. Un equipo fantástico, no podría imaginar un mejor».
Foto © Daniel Atán
En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?
MisterMyr: «Después de trabajar produciendo “Yermo Solaz”, de Boa Sunet, no puedo hacer sino recomendarlos. La atención al detalle, limpieza, nivel musical... que defienden muy bien en directo.
Tuve la honra de grabar el saxo de Mercé en mi estudio y creo que, de momento, la experiencia más disfrutable que tuve. Pulsar el botón de grabar y quedarme asombrado con cada toma que hizo; una limpieza, un timbre, una calidad que convirtieron en un pasatiempo las horas de trabajo sobre esas pistas preparándolas para usarlas en la mezcla».
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MisterMyr: «En Spotify soy mi artista más escuchado, seguido por la gente a la que produzco. Solo utilizo la plataforma para comprobar que están las cosas bien subidas.
Mi aplicación de música es YouTube Music; la voy a abrir y copiar los artistas que me recomiende: Windir, Carpenter Brut, Abbath, Slayer, Daft Punk, Masayoshi Takanaka, Manowar, Notorius BIG, Aya Hirano, Finntroll, Buckethead, Control Machete...
Escucho mucho folk black metal, city pop japonés y hip hop de los noventa.
No es raro que en el aleatorio se encadenen los temas más oscuros con las intros de anime más acarameladas. No son de ver mucho anime, pero conozco las cabeceras y cierres de casi todos».