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DIEGO MAR: «LA DÉCADA DE LOS OCHENTA TINE UN AURA MUY ESPECIAL»

DIEGO MAR: «LA DÉCADA DE LOS OCHENTA TINE UN AURA MUY ESPECIAL»
18 OCTOBER 2024

Apasionado de los ritmos, sonidos y, sobre todo, del aura que desprende la década de los ochenta, Diego Malvar se aventura con una nueva apuesta en solitario, después de presentar Biko como «proyecto lanzadera, de experimentación». El músico y compositor vigués presenta Diego Mar como resultado de experimentar con sonidos sintetizados hasta crear un synth pop en castellano, con influencias ochenteras de pop español y americano.

Salto al vacío (2024) es su primer disco bajo este heterónimo, un trabajo en el que el artista «salta»  de cabeza a la electrónica y al ambient, expandiendo su horizonte sonoro, explorando su voz y redescubriendo su pasión por la música.

 

 

Foto © Anna Maruleva (@annamar_photo)

 

Diego, te conocemos como parte de Principia, dúo vigués de pop-rock en el que los sintetizadores fueron cobrando cada vez más importancia, pero ahora te presentas en solitario. ¿Cómo nace Diego Mar como proyecto?

Diego Malvar: «Hace mucho tiempo que tenía esta idea en la cabeza, pero no me atrevía a dar el paso; por un lado por las letras y por otro por la voz. Son dos factores que tuve que ir moldeando poco a poco hasta que sentí que era el momento de hacerlo».

 

Aun así, este no es tu primer proyecto solo, ya que también estás detrás de Biko, en el que desatabas tu pasión por los sintes de los 80 en el EP Ardora(2023). ¿Qué diferencias destacarías entre Diego Mar y Biko?

Diego: «La idea de Biko fue concebida para no llevar voz, quería que fuera un proyecto en el que principalmente destacaran los ritmos y sonidos de los años ochenta. Fue un proyecto lanzadera, de experimentación».

 

 

Ahora mismo, ¿es Diego Mar un punto y aparte o un punto seguido respecto a estos otros dos proyectos?

Diego: «Sí, Diego Mar es un punto y seguido. Es un proyecto en el que llevo mucho tiempo trabajando, no solo musicalmente, sino también internamente como persona. Ahora mismo me siento muy cómodo, me quité una venda, por así decirlo, al presentar el primer trabajo. Ya estoy trabajando en el siguiente».

 

Tienes una amplia experiencia como guitarrista y compositor en bandas de pop rock y hard rock melódico, géneros que se alejan del estilo tanto de este proyecto como de Biko. ¿Cómo definirías el sonido de Diego Mar?

Diego: «Me gusta mucho experimentar con sonidos, explorar nuevos caminos (siempre dentro de mi forma de componer). Creo que Diego Mar tiene mucha base de lo que llevo hecho hasta ahora, y volveré a eso, porque mi pasión realmente es el AOR de los años 80».

 

 

Foto © Anna Maruleva (@annamar_photo)

 

Ya que comentamos lo de formar parte de bandas —y, añadimos ahora, por bastantes años— ¿cómo es pasar de trabajar en equipo, con su consecuente reparto de tareas (de haberlo), pero, sobre todo, intercambio de ideas... a hacerlo en solitario?

Diego: «La verdad es que es muy diferente, tiene sus ventajas y desventajas. Es una lucha constante con un mismo, altos y bajos a la hora de decidir qué cosas hacer y cuáles no. Por suerte, en este caso, cuento siempre con la ayuda de mi amigo Carlos Gil, con quien llevo trabajando muchos años, y es un gran apoyo.

Pero sí, es un reto bastante grande en el que pones a prueba muchos factores, no solo musicales, sino también personales».

 

 

En la entrevistacon Principia decías que «los sintetizadores se convirtieron en algo muy importante en nuestra música», tan importante que, ahora, son tu, digamos, principal instrumento. ¿De qué se compone tu set up actual?

Diego: «Sin lugar a dudas son muy importantes, pero no son mi principal instrumento, el principal sigue siendo la guitarra. De hecho, muchas de las canciones del disco están compuestas con guitarra acústica.

Mi set up ahora mismo está compuesto por guitarra eléctrica y acústica, bajo, un teclado con el que controlo los sintetizadores y un set de batería. Tanto para los sintetizadores cómo para las baterías, tengo varios softwares que utilizo para componerlos».

 

Y siendo esencialmente guitarrista, ¿cuál fue, y cómo recuerdas, tu primer contacto con la electrónica? ¿Cómo llegaste a ella?

Diego: «Siempre me llamó la atención, más que la electrónica en sí, los sonidos sintetizados de la época; esas atmósferas son únicas.

Recuerdo de pequeño con mi padre, poner vinilos en casa de Pink Floyd, A-ha, Genesis, etc., y más tarde, cuando profundicé en el mundo del hard rock y rock melódico, ya conocí bandas que, en gran parte, la base de sus canciones eran sintetizadores; eso me atrapó por completo. Bandas como Firehouse, Whitesnake, Journey, Bad English, etc. son bandas que me marcaron mucho».

 

Tu synthpop nos traslada a las pistas de baile de los ochenta y, aunque se nos pueden venir varios nombres a la cabeza, ¿a quién señalarías ti cómo referentes?

Diego: «Cualquier grupo de los que nombré antes es un referente para mí. De ellos me quedo con las atmósferas y, sobre todo, con las melodías. Le doy bastante importancia a esto último, ya que para mí una buena melodía es la mayor parte de la canción».

 

 

Al hilo, ¿qué tiene esta década, musicalmente o no, que despierte tanto tu interés?

Diego: «Despierta en mí algo que otros estilos no hacen. Me siento muy identificado con esa época en particular. Creo que fue una época de oro en cuanto a bandas y composiciones, se compusieron muy buenas canciones. Tiene un aura muy especial».

 

 

 

Salto al vacío (2024) es el primer álbum firmado bajo este heterónimo, un largo que salía a finales del mes de septiembre. ¿Cuál es la idea detrás de este «salto» discográfico?

Diego: «La idea de este salto discográfico es que quería hacer un álbum totalmente mío. Sobre todo, quería poner a prueba mi capacidad de escribir letras y quedarme contento con el resultado a la hora de cerrarlas.

Fue un proceso complicado, porque me parece una de las cosas más difíciles a la hora de componer. Escribir las letras de las canciones no es nada sencillo».

 

 

El título, e incluso alguno de los temas como “Sin mirar atrás”, parecen una clara invitación a arriesgarse... ¿Es así como lo concebiste?

Diego: «Sin duda, buena parte del disco está orientado a esa idea. La idea de luchar por lo que quieres y no quedarte estancado. Hacer cosas que te gustan mucho y que, a veces, por miedo o por otras circunstancias, no acabas de dar el paso».

 

De la decena de temas que recoge el LP, “Mágico y hipnótico” fue el escogido como primer sencillo adelanto. ¿Por qué esta pieza para presentar no solo el disco, sino esta nueva aventura?

Diego: «Es una pieza que para mí refleja muy bien el concepto del disco y lo que queríamos mostrar en él. La atmósfera y la estructura que me capturó desde el principio. Es una de mis canciones favoritas del álbum. Además, ese cambio de ritmo en medio de la canción, en el que termina, acompañado del exquisito solo que añadió Juan Manuel Cao. Es una canción que tiene todos los ingredientes».

 

 

La principal diferencia entre tu otro proyecto en solitario y este es que en este incluyes letra y voz, ¿cómo fue a explorar tu faceta como cantante en esta ocasión?

Diego: «Realmente fue una tarea complicada. Llevaba tiempo pensando en eso y estuve ensayando mucho mi voz en casa. Finalmente encontré una profesora de canto, que fue la que me ayudó durante todo el proceso.

Respeto a la voz, aquí es donde más dudas tuve durante la composición del disco. Fue una lucha interna bastante intensa, pero quedé muy contento con el resultado».

 

 

Foto © Anna Maruleva (@annamar_photo)

 

Las canciones respiran desamor, nostalgia, esperanza... ¿hay algún nexo en común entre ellas?

Diego: «Sí, hay un enlace entre ellos. Quería reflejar la vida cotidiana de las personas, ser lo más humana posible. Después de todo, son situaciones y sentimientos que vivimos con mucha frecuencia».

 

A la hora de escribir, ¿qué, o quién, fue la fuente de tu inspiración frente el papel (o el teclado)?

Diego: «Hubo muchas fuentes de inspiración. “Eternos”, por ejemplo, está dedicado a mi prima, que nos criamos juntos; “Unido a ti”, a mi hija; “Sin mirar atrás” es el proceso de separación de unos amigos; “Verano infinito” trata sobre el pueblo donde me crie y es un homenaje a mis abuelos.

Hay muchas fuentes de inspiración y muchas experiencias personales».

 

 

¿Cómo nacieron los temas de Salto al vacío? ¿Cómo sueles construir las canciones?

Diego: «Las canciones del disco nacieron entre Vigo y Madrid. Una idea te puede venir en cualquier momento, de hecho, a veces me siento un poco loco bajando por la calle y grabando las ideas que se me ocurren, pero si no lo haces en ese momento se pierden [risas]. Muchas canciones del disco nacieron así.

Normalmente, mi forma de componer es crear primero la armonía y una vez que la tengo cerrada, empiezo a crear la letra. El último paso es hacer una última comprobación para ver que todo está en su lugar».

 

Foto © Anna Maruleva (@annamar_photo)

 

Metidos en el proceso de creación, ¿dirías que cambia componer piezas instrumentales a componer música y letra? De ser así, ¿de qué manera?

Diego: «Diría que cambia un poco. Hay canciones del disco que nacieron para ser instrumentales y a las que finalmente acabé añadiendo letras, y no es lo mismo. Cuando ya tienes la idea definida en cabeza de que una canción va a tener texto, creas la estructura de otro modo».

 

Carlos Gil fue el encargado de la grabación, mezcla y masterización del disco, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con él?

Diego: «Llevo muchos años trabajando con él, prácticamente desde 2009. Nos entendemos muy bien, pienso que los dos aprendemos mucho con el inicio de cada proyecto. Carlos tiene mucho gusto y muchos recursos, y como dije antes, es un gran apoyo para mí. Es un fenómeno».

 

 

¿Has pensado llevar Salto al vacío a los escenarios? ¿Cómo serán los directos de Diego Mar?

Diego: «Llevo bastante tiempo pensando en esto, pero aun no decidí nada.

Me gustaría llevarlo al directo de algún modo; lo más accesible sería en formato acústico, ya que estando solo no sería capaz de llevar todo el montaje que componen las canciones. Pero bueno, quién sabe, quizás intente juntar gente para tocar y así poder presentar el proyecto como se merece».

 

En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos coñecer?

Diego: «Siempre tengo mis dos favoritos: Maryland e ISIUS. Son dos bandas que tienen grandes canciones y un estilo muy definido, además de ser grandes personas».

 

Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza

Diego: «Ahora mismo tengo una lista, que comparto con unos amigos, de la AOR de los ochenta como no podía ser de otro modo [risas]. Grupos como, Eclipse, TOTO, The Midnight, Ollie Wride, Journey, Care of Night, Firehouse etc...».

 

 

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