• GALEGO
  • ESPAÑOL
  • ENGLISH
     
  noticias  

EL ÚLTIMO CICLISTA: «PARA ‘TOMANDO ESTE CAMINO’ FUI TRABAJANDO DE A POCO EN MIS MONSTRUOS HASTA CONVERTIRLOS EN AMIGOS»

EL ÚLTIMO CICLISTA: «PARA ‘TOMANDO ESTE CAMINO’ FUI TRABAJANDO DE A POCO EN MIS MONSTRUOS HASTA CONVERTIRLOS EN AMIGOS»
18 NOVEMBER 2024

Liderado por Gabrulo García, un montevideano adoptado por tierras gallegas, El Último Ciclista es un proyecto que nació para «abordar esta necesidad de ejercer la creación de canciones”. Fue esa necesidad, quizás, la que lo impulsó a refugiarse y sumergirse en la composición durante las noches del año pasado; un trabajo tan largo como satisfactorio que recoge en Tomando este camino (2024), su primer largo.

En directo, el indie pop iberoamericano de El Último Ciclista cuenta con Julián Seijas (bajo), Pablo Leira (guitarra), Sergio M. Puga (batería) y Ale González (teclados), una banda de «enormes músicos y mejores personas».

 

 

 

Montevideano de origen, gallego de adopción, ¿cómo llega Gabrulo García a liderar El Último Ciclista?

Gabrulo García: «Como nadie me aceptaba en sus proyectos, tuve que inventarme el mío propio. También es el resultado de abordar esta necesidad de ejercer la creación de canciones. Incluso para aquellos que vamos por detrás en este circuito, la sed es la misma».

 

Aunque de reciente creación —a ojo, el proyecto tiene escasos cinco años— este no es tu primer rodeo, ya que hace años formaste parte de otras bandas, como DEJAVU. ¿Qué dirías que aporta tu experiencia previa en otras formaciones a la hora de conformar este nuevo proyecto?

Gabrulo: «La experiencia siempre te da recursos; para traducir de manera más acertada los sonidos de la mente cuando se compone, confianza para calmar la ansiedad cuando no pasa nada después... y licencia para disfrutar el camino».

 

Tirando aún más del hilo, ¿cuál fue, y cómo recuerdas, tu primer contacto con la música? ¿Fue siempre una disciplina que despertó su interés?

Gabrulo: «Sí, siempre. Me picó el bicho a los 7 años. Empecé a tocar el piano, a escuchar a los Beatles en la ducha y a leer las letras de los discos que iba consiguiendo tirado en la cama».

 

 

¿Por qué escoger «Él Último Ciclista» para designar el proyecto? Porque descubrimos que hay una obra teatral titulada The Last Cyclist (Naomi Patz, 2020), basada en el guion que el artista de cabaré y compositor Karel Švenk (1917-1945) escribió durante su estancia en el gueto de Terezín en 1944... ¿Tiene algo que ver?

Gabrulo: «No, desconozco la obra. Los nombres responden generalmente a un impulso, a una sonoridad que hace eco en uno. Me gustaba la idea de estar en carrera sin la presión que tienen los primeros, pero pudiendo recorrer el mismo trayecto».

 

¿Cómo describirías la música de El Último Ciclista? ¿Cuánto de música de autor y cuánto de indie pop hay en tus composiciones?

Gabrulo: «Si existe la música urbana, esta suena más a música costera. Creo que tiene impregnada el ritmo de mis días. Yo la buscaría en la góndola de pop independiente primero».

 

Dejando a un lado los géneros y pasando a las influencias, ¿a quién señalarías como tus principales referentes musicales? ¿Quién deja, o dejó, una particular huella en Gabrulo?

Gabrulo: «Como melómano que soy, mis referentes solo aumentan. Me gusta mucho Wilco, Mac deMarco, Cut Worms, Weyes Blood, John Andrews, The Lemon Twigs, Sonny & The Sunsets, Silver Jews, Juan Wauters, Eduardo Mateo, Gustavo Pena, Charly García y un infinito etc.

Dejo aquí una playlist que tengo de música en castellano que puede ayudar a responder la pregunta».

 

 

 

Lo primero que escuchamos de vosotros fue El Último Ciclista (2019), un EP de media docena de cortes para los que contaste con los hermanos Piedra Cueva con un sonido más crudo y acústico del que, digamos, escuchamos en la actualidad. ¿Cómo fue esa evolución del sonido en estos últimos años?

Gabrulo: «Sí, me encanta ese EP. Ese disco tiene composiciones en conjunto con dos hermanos de la vida, y es totalmente diferente la experiencia de crear en conjunto que de hacerlo solo. Para este nuevo disco me concentré en definir una instrumentación específica y en buscar un lenguaje con mayor sentido del humor; explorar desde distintas premisas».

 

 

 

 

Estáis presentando Tomando este camino (2024), tu nuevo —y esperado— largo, publicado a mediados de octubre. ¿Cómo nace, y se desarrolla, la idea de este disco?

Gabrulo: «Es un disco que fue creado durante las noches de 2023; en el sótano de casa tengo montado un espacio donde fui trabajando de a poco, noche a noche, en mis monstruos hasta convertirlos en amigos.

Es glorioso el proceso de composición cuando nace algo auténtico e igual de duro cuando no, pero en ese pulso, cuando fueron apareciendo un puñado de ellas, el siguiente paso naturalmente fue grabarlas con Sergio M. Puga, en quien encontré un aliado para darle el carácter que buscaba».

 

Adelantasteis el largo durante meses, lanzando, sin prisa y sin pausa, un puñado de sencillos con sus correspondientes videoclips. ¿Fueron publicados en una orden en particular, para generar expectación...?

Gabrulo: «La idea era adelantar la cara A, la primera mitad. Como bien dices, El Último Ciclista intenta ir sin prisa y sin pausas. Velocidad crucero. Me sometí a jugar el juego que plantean los algoritmos para ver de a poco qué pasaba con los lanzamientos y, al ser un proyecto nuevo, también darles tiempo a las canciones para que lleguen a donde tengan que llegar».

 

 

La docena de canciones que recoge el álbum destacan por sus letras sencillas, que describen situaciones cotidianas con las que el oyente puede sentirse fácilmente identificado. ¿En qué, o quién, están inspiradas?

Gabrulo: «El lenguaje de las canciones me gusta que sea el mismo con el que hablo. Me gusta que se entienda. La inspiración nace de cualquier lado: de una charla con el carpintero, de replanteos internos, recuerdos de días jodidos vividos, conversaciones que me hubiera gustado tener, declaración de intenciones...».

 

Componer desde esta perspectiva de proximidad, ¿crees que es una manera de llegar más fácilmente a tu público, de que las canciones «toquen» el corazón?

Gabrulo: «Quisiera creer que sí; no sabría hacerlo de otro modo. Hay una especie de filtro interno que no controlo del todo y él es el jefe que me dice cuándo vale y cuándo no».

 

 

Al hilo, ¿cómo fue el proceso compositivo de Tomando este camino? ¿Cómo trabajasteis los temas?

Gabrulo: «Hubo mucho de disciplina, soy hijo del rigor. Me encanta incorporar la composición en mi vida, intento no alejarme mucho de ella porque después me cuesta más conectar. Y es de las partes de este oficio que más disfruto. La sensación de tener una canción nueva es de mis favoritas de todas».

 

El riff que se escucha en “No necesita más” dices que surgió en plena grabación... ¿Significa esto entonces que entráis en estudio con la mente abierta a posibles cambios? De ser así, ¿qué parte juega aquí la improvisación?

Gabrulo: «100%. Entré al estudio con las estructuras de las canciones bastante definidas, pero dejando lugar para encontrar arreglos e ideas nuevas. Creo que hay una magia que puede aparecer en cualquier momento e intento estar alerta siempre. Las sorpresas en las canciones siempre son de agradecer».

 

 

En “La esperanza del gusano” constasteis con la colaboración de Miguel Ángel Escrivá, de Santero y Los Muchachos. ¿Cómo surgió este featuring? ¿Qué acerca él, y su sabiduría, a la pieza?

Gabrulo: «Miguel Ángel es un compositor e intérprete con un oficio del que soy muy fan. Además de eso, venimos cosechando una amistad hermosa desde hace unos años, él tiene una relación muy cercana con Galicia, ¡y en su última visita no pudo zafar! Pura risa esa mañana de grabación en Menduiña».

 

 

“Como siempre” fue el último adelanto, un tema dedicado a la amistad con un videoclip rodado en tu Montevideo natal que refleja, con la misma sensibilidad y nostalgia de la letra, la relación de un par de amigos. Parece que escuchamos un poco de morriña en este tema, ¿es así?

Gabrulo: «¡La morriña no es solo gallega! Me fue inevitable no cantarle a la amistad montevideana, en clave de candombe. Tengo la suerte de contar con amigos de ambos lados del océano, y esta fue una canción-abrazo para esos seres entrañables que se me aparecen frecuentemente en los días que habitamos».

 

 

En general, los videoclips se ven muy familiares, cercanos, como se surgiesen de casualidad de una reunión de amigos. ¿Es así?

Gabrulo: «Eso se lo debo todo a Reyes, la directora de casi todos ellos, mi compañera de vida desde hace rato; entonces esa familiaridad es inherente. Hubo mucho de salir con la cámara a ver qué pasa y poco de planning».

 

En una especie de conexión norte-sur de Galicia para la interpretación de tu repertorio en directo cuentas con Julián Seijas (bajo), Pablo Leira (guitarra), Sergio M. Puga (batería) y Ale González (teclados). ¿Por qué ellos?

Gabrulo: «Porque son los mejores. Es así. Para formar parte de esta banda tenían que ser ellos. Estoy muy orgulloso de haberlos cruzado en el camino. Enormes músicos, mejores personas. Que estas canciones hayan servido para tocarlas con ellos, ya me vale».

 

 

De hecho, Sergio fue el encargado de la producción del largo, grabado en los estudios Cruz del Sur (Vigo). ¿Cómo fue a trabajar junto a él como productor?

Gabrulo: «Fue un descubrimiento primero, porque prácticamente nos conocimos in situ, en plena grabación. Y un alivio enseguida, porque no demoramos en enterarnos de que hablábamos el mismo idioma; ese idioma universal que tiene la música afín. Ese gusto por los mismos sonidos y, sobre todo, por los mismos silencios».

 

Una ilustración de John Andrews es la protagonista de la portada, ¿por qué esta obra de él en concreto para ilustrar el disco?

Gabrulo: «Al ser el primer disco de un proyecto nuevo también buscaba identidad estética; además de presentar mi careto quería buscar una imagen que fuera más representativa de esta búsqueda en sí misma. Algo más abstracto y figurativo. Y el tipo tiene un arte con la acuarela que siempre me cautivó; le escribí sin mucha fe en que le entusiasmase la idea, pero ahí está, no hizo falta un segundo boceto».

 

 

Vuestra actuación más reciente fue en septiembre, en el Náutico de San Vicente; ¿cuándo, y dónde, podremos disfrutar de El Último Ciclista en directo?

Gabrulo: «La próxima presentación que tenemos será este 29 de noviembre en la fantástica Sala Riquela de Santiago de Compostela, famosa por contar con un público de calidad. Tenemos muchas ganas de tocar allí. ¡Vengan!».

 

Para quien todavía no ha tenido la oportunidad de ir a un concierto vuestro, ¿cómo los venderías para que vayan a los que aún están por venir?

Gabrulo: «En nuestros conciertos está garantizada la entrega que hay arriba del escenario, somos un grupo con auténtica conexión y amor propio. Vienen siendo tan deseados los bolos que es inevitable irse de ellos sin una buena cuota de entusiasmo y algo de baile encima».

 

 

En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendaríais? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?

Gabrulo: «¡Por supuesto! Hay varias joyas para mí en esta tierra, Ale González, Pablo Leira, Santi Araújo, Mundo Prestigio, Querido, MT».

 

Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad. 0% Vergüenza.

Gabrulo: «Esto es lo último que ha sonado por mi cuenta de Spoti: Holiday Ghosts, Van Morrison, Santiago Moraes, Lou Reed, Pan de Dulce, Alice Phoebe Lou, Smushie, The Rolling Stones, The Byrds, Sam Evian, Robyn Hitchock, Pappoz, Ronnie D’Addario, Harry Nilson, Fonso, Martin Buscaglia, Loving, Franny Glass, Bob Dylan... para qué seguir».

 

  noticias