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CATUXA SALOM: «EL RURAL ES EL FUTURO, ESTOY SEGURA»

CATUXA SALOM: «El rural es el futuro, estoy segura»
27 JANUARY 2025

Catuxa Salom hizo de su fusión de ritmos indígeno-argentinos, folclore gallego y bases electrónicas enérgicas su seña de identidad. De Aimogasta (Argentina) a las montañas de A Pontenova (Lugo), Salom construye un relato cargado de simbolismo donde la naturaleza y el movimiento están siempre en primer plano. Irrumpió con fuerza en la escena independiente con la publicación de Nunha aldea (2022), un primer EP en el que canta sobre el acercamiento al mundo rural.

Un par de años más tarde, y tras recorrer medio centenar de salas de conciertos y festivales de toda España, Catuxa Salom presenta Cāldo (2024), segunda referencia y primer largo en el que la artista refleja una desromantización del rural, esa «mirada urbanita “idealizada” que tenemos de vivir en el campo».

 

Foto © Aigi Boga

 

No teniendo antecedentes musicales en la familia, ¿cuál fue, y cómo recuerdas, tu primer contacto con la música?

Catuxa Salom: «En mi familia, a pesar de no haber músicos profesionales, siempre hubo mucha música en las reuniones con guitarras, cantos y bombos legüeros (folclore argentino).

Cuando era muy pequeña (unos tres años) recuerdo que estábamos en casa de mi familia en Argentina y era común que, después de las comidas, me subiesen encima de la mesa y dijesen “que cante la Cati, que cante la Cati”... Imagino que esto me influyó positivamente en la confianza en mí misma».

 

¿Cómo llega Catalina Salom Nunia a convertirse en Catuxa Salom? ¿Cómo nace este proyecto artístico en solitario?

Catuxa: «El proyecto nace cuando, después de diez años viviendo en Madrid, decido volver a vivir a Galicia y reconectar tanto con mis raíces argentinas como gallegas. Fue algo bastante orgánico, resultado de investigar más a fondo en mis raíces».

 

Antes de Catuxa Salom, a Catalina la escuchábamos como La Gata Zurda, un proyecto donde el protagonismo estaba repartido entre «la guitarra flamenca, un pedal de efectos looper y algunos instrumentos ‘chamánicos’ de percusión». ¿Qué queda de esa Gata en Catuxa?

Catuxa: «Está muy latente a la hora de componer; a fin de cuentas, sigue siendo también mi esencia. La Gata Zurda se creó tocando en la calle y viajando por Portugal, Francia y España.

Cuando compongo temas que me afectan más emocionalmente, inevitablemente sale esa “Gata Zurda”».

 

Foto © Aigi Boga

 

Del folclore argentino de Los Nocheros, Mercedes Sosa o Violeta Parra, al rock, blues, funk, folk gallego, electrónica... la amalgama de estilos que abarca Catuxa Salom, el proyecto, parece no tener fin; dejando las etiquetas a un lado, ¿cómo describirías tú tu música? ¿A qué suena Catuxa Salom?

Catuxa: «Catuxa Salom suena a una persona que viajó mucho y se inspiró en muchas culturas diferentes y formas de pensar. Soy hija y nieta de inmigrantes (mis abuelos eran italianos) y en mí hay una mezcla innata constante. No tengo miedo de mezclar sonidos, instrumentos, armonías... Al final, es lo que hicimos los humanos a lo largo de la historia».

 

Nombrábamos antes a Mercedes Sosa y Violeta Parra, pero ¿a quién más señalarías como tus influencias musicales? ¿Quién dirías que tiene, o tuvo, un particular impacto en tu manera de hacer música?

Catuxa: «Sin duda Lido Pimienta (Colombia), Feli Colina (Argentina) y Stromae (Bélgica). Son proyectos que, a mi parecer, tienen mucha clase y buen gusto a la hora de crear y mezclar estilos. Saben mantenerse fieles a su sonido y, al mismo, tiempo ofrecer un discurso social y contemporáneo».

 

Además de estudiar sociología, tu formación académica abarca conocimientos en interpretación teatral. ¿Influye esta otra disciplina artística en la faceta musical? De ser así, ¿en qué aspectos?

Catuxa: «Sin duda, la expresión corporal es para mí es un pilar esencial. Enriquece indiscutiblemente el directo y te ayuda la que tu mensaje llegue y se conecte con el público.

Para mí no es negociable la expresión corporal. Cuando voy a conciertos como público, si veo que los músicos están demasiado “en la mente” y no transmiten con su cuerpo o incluso no se relacionan entre ellos, yo también desconecto.

Es una asignatura pendiente que creo, por suerte, está cambiando».

 

 

 

Nunha aldea (2022) fue tu debut discográfico, un EP que nace —literalmente— en una aldea, la de Vilaxurbín en A Pontenova (Lugo), donde te mudaste después de la pandemia. ¿Fue este trabajo consecuencia del cambio?

Catuxa: «Sí. Fue reflejo del que estaba viviendo en ese momento. Por eso creo que conectó tan bien con el público; muchas personas estaban pasando por una situación parecida.

Mucha gente quiere irse a vivir al campo, una idea idílica del rural...».

 

 

Allí, entre árboles, cabazos y casas de piedra y pizarra creas un álbum que llegaba a nuestros oídos casi como una oda al rural. ¿Cómo recuerdas su proceso creativo?

Catuxa: «Tuve mucha suerte. Tenía ahorros y trabajaba a distancia escribiendo canciones para otros, entonces tenía todo el tiempo para estar en un estado creativo y de investigación; mucho margen de ensayo y error, que es muchas veces lo que nos falta.

Estábamos muy aislados por lo que no había distracciones y digamos que “el wifi” de la cabeza se conectó y las canciones llegaban prácticamente sin esfuerzo».

 

En este trabajo propones una mezcla entre los ritmos indígeno-argentinos, el folk gallego y la electrónica. Tus padres son argentinos, tú naciste aquí en Galicia, suponemos que esa mezcla de estilos es una traducción sonora de esa mezcla de raíces, ¿es así?

Catuxa: «Sí. Sin duda es una mezcla de mi esencia más innata. Al ser familia constante de inmigrantes puedo tirar de muchos hilos que me resultan inspiradores.

Ahora estoy escuchando mucha tarantella y otros ritmos tradicionales del norte de Italia».

 

“Chicharras” es un cuanto nostálgico a tu tierra de ascendencia, ¿qué significa Argentina para ti?

Catuxa: «Digamos que en Argentina soy mi mejor versión. Tengo una conexión muy fuerte no con el país en sí, sino con mi familia de allí, mis primos, tíos, la cultura. El tipo de bromas y la manera de relacionarnos es algo que no quiero perder.

Imagino que “Chicharras” es un canto a “nunca te olvides de dónde vienes”».

 

 

En la pasada edición de los Premios Martín Códax da Música fuiste galardonada en la categoría de Músicas del Mundo y Mestizaje. ¿Qué supuso para ti este reconocimiento?

Catuxa: «Muy agradecida. Sobre todo porque el voto era popular y eso genera mucho agradecimiento por mis compañeros y compañeras».

 

 

 

Acabas de lanzar Cāldo (2024), tu segunda referencia y primer largo. Dices que nace «desde la desromantización del rural», un concepto que contrasta poderosamente con la idea del disco anterior. ¿Te has desencantado del rural (y tanto como para que fuera la chispa que prendiera un nuevo disco)?

Catuxa: «No. ¡¡¡Para nada!!! El rural es el futuro, estoy segura. Simplemente quería hablar sobre esta mirada urbanita “idealizada” que tenemos de vivir en el campo.

Vivamos donde vivamos siempre habrá cosas mejores y peores. Desde luego, para mí lo mejor del rural es la red de gente y la familia que allí estamos creando. Hay más cuidado, más comunidad».

 

De hecho, “Hórreo” abunda en esa idea —conceptualmente bien podría ser parte de Nunha aldea—, ¿no?

Catuxa: «Cuando estaba componiendo Cāldo, frente a mi ventana hay un hórreo. Y un día lo miraba y pensaba, “si este hórreo hablase, ¿qué contaría?” Y nació esta canción en la que, más allá de rescatar ritmos tradicionales del folclore gallego, quería hacerlo con un ritmo actual, con una letra actual, de una persona que vive y habita la aldea en 2025».

 

 

¿Por qué titular el disco «Cāldo», esa palabra tan gallega que, además de designar ese plato tan nuestro (como en “Hórreo”), evoca también reconforto, calor (como en “Amores rusos”)? ¿Y por qué ese «ā» así con el macrón?

Catuxa: «Lo “ā” simboliza dos cosas: una, la tapa de la olla del caldo, y la segunda, un caldo especial. Un cāldo con algo “especial” y más contemporáneo».

 

Foto © Aigi Boga

 

Lo primero que escuchábamos de este álbum era “Aguas venir”, sencillo en el que cantabas a las aguas de los mares y los ríos, implorando que vuelva a llover. Más allá del mensaje ecológico de la canción, el agua es una constante en tus temas. ¿Qué significado tiene para ti?

Catuxa: «Me crie frente al mar. Compuse mis primeras canciones sentada en la playa y al lado de los ríos. Para mí el agua simboliza las emociones, sin duda. Galicia es un pueblo muy acuático también.

En absolutamente todas mis canciones hay alguna referencia al agua. Ahora mismo no sabría dar una respuesta coherente, pero creo que en unos años lo tendré más claro».

 

 

En “Xa non ves” narras un desamor de manera conmovedora que, en su videoclip, llevas a los paisajes naturales de Palas de Reis, a la playa de la Lanzada y a la Pontenova. También el imaginario de tus letras está lleno de montañas, valles, playas... ¿Es la naturaleza tu principal fuente de inspiración?

Catuxa: «Me gusta mucho crear metáforas relacionadas con la naturaleza. Sea la fuerza de los volcanes y su poder destructor y arrasador o la caída de las cascadas con toda su potencia.

Es cierto que, si escuchas con atención, prácticamente toda la música latinoamericana se inspira mucho en la naturaleza también para crear, desde lo más urbano a lo más folclórico. Seguramente estoy muy influenciada por estas corrientes».

 

 

Otra de las constantes que encontramos en tus letras son el canto y el baile. Además de su sentido literal, ¿qué simbolizan para ti?

Catuxa: «Volviendo a lo de antes, para mí el baile simboliza una conexión con el cuerpo y con nuestra expresividad. No puedo entender la vida sin movimiento».

 

Las letras del largo bailan entre el español, el gallego e incluso el francés (¡o ruso!), ¿por qué mezclar (también) distintas lenguas para trasladar tu mensaje?

Catuxa: «Al final creo desde mi esencia y es algo que se refleja en la mezcla de instrumentos, lenguas y ritmos».

 

 

En este Cāldo, tus raíces argentinas se escuchan a través de instrumentos como el bombo legüero o charango, que combinas con panderetas y voces gallegas; pero el peso de la electrónica es aún mayor que en Nunha aldea, así como el de las músicas urbanas. ¿Qué propició este «pequeño» giro en tu sonido?

Catuxa: «Queríamos con Marcos Bayón, el productor, meternos más de lleno en las texturas electrónicas y jugar sin límites sonoros. Fue bastante orgánico y yo tenía claro que quería mucho ritmo bailable en el disco».

 

En la producción de Cāldo repites con Marcos Bayón de Prasat Bayon Studio. ¿Cómo es trabajar con él?

Catuxo: «Marcos es maravilloso. Lo conocí por IG, le envié un DM y en una semana estábamos empezando a trabajar juntos a distancia. Nos entendemos perfectamente a la hora de crear y eso es una suerte. Yo le envío demos preproducidas y él sabe por dónde llevarlas».

 

Foto © Aigi Boga

 

El año pasado fuiste parte de la segunda edición del SONEMERXENTE, la aceleradora musical de la Xunta de Galicia y la Fundación Paideia. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué enseñanzas te llevas en el bolsillo?

Catuxa: «Llevo conmigo compañeras maravillosas y una red de contactos muy valiosa. Con mucha de esta gente, a día de hoy, sigo trabajando conjuntamente».

 

Sueles presentarte en directo en solitario, acompañada de tu loop station y tus instrumentos, pero también en formato banda junto a Lucía Cortiñas (percusiones, voces) y Yudit Almeida (contrabajo, sintes, voces). ¿Por qué ellas? ¿Qué dirías que aportan a tu música en directo, además de lo obvio?

Catuxa: «Lo no tan obvio es que fuera del escenario tenemos una relación muy sana y esto no es tan habitual. Lo normal es que haya roces, ya sabes, el día a día. En nuestro caso, nos llevamos genial y esto se transmite en el directo. A día de hoy, el buen equipo es un factor indispensable para trabajar conmigo».

 

 

¿Y cómo describirías los conciertos de Catuxa Salom?

Catuxa: «Un viaje sonoro que te transporta, te conmueve y te deja “tecleando” una semana. Como una buena película».

 

¿Cuándo, y dónde, podremos disfrutar del disco en directo?

Catuxa: «En febrero empezamos a anunciar las primeras fechas. ¡Estamos impacientes!».

 

En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?

Catuxa: «Creo que Carmela está aportando algo muy interesante al panorama. También el rapero Habló Pablo es un proyecto súper conmovedor».

 

Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza

Catuxa: «*Espera que abro y miro* Mi última canción guardada es “Canario” de Karen y Los remedios (dark cumbia argentina) y así más conocida “Zarcillos de plata” de Judeline o “Importante” de Carlos Ares».

 

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