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GRANDE AMORE: «GRANDE AMORE ES UN PROYECTO DE PUNK; SIEMPRE LO SERÁ POR PURA NECESIDAD»

GRANDE AMORE: «GRANDE AMORE ES UN PROYECTO DE PUNK; SIEMPRE LO SERÁ POR PURA NECESIDAD»
7 APRIL 2025

Como un juego de pop y rock, de electrónica industrial y techno ochentero, Grande Amore empezó siendo el proyecto musical en solitario —y explosión artística definitiva— de Nuno Pico, una de las figuras de referencia de la generación millennial en la música gallega. De aquella sorprendía por su personalidad, «macarra y enternecedora, rabiosamente humorística y, al mismo tiempo, vulnerable y rayada en su desesperación existencial», rasgos que sigue manteniendo en la actualidad, convertido en un trío junto a Clara Redondo y mariagrep.

La banda acaba de lanzar III (Ernie Records, 2025), su nuevo disco y tercera referencia; distorsión, ruido ansioso y rock ‘n’ roll extremo en 11 cortes en los que, esta vez, la electrónica comparte terreno de juego con instrumentos tocados, «de hecho, todos tienen guitarra y teclados».

 

Foto © Esther Estévez

 

Grande Amore es el alter ego de Nuno García Pico (Frexulfe, O Valadouro, 1995); ¿por qué «esconderse» tras un seudónimo y por qué, precisamente ese, «Grande Amore»?

Nuno: «Pues... me daba un poco de reparo usar mi nombre como nombre del proyecto. No sé, me da la impresión de que siempre mola más ver el nombre de un grupo en el cartel, aparte de que teniendo una banda (aunque sea unipersonal, como era inicialmente mi caso) siempre hay una identidad musical más marcada detrás».

 

Has sido parte de la Banda Municipal de Burela y de la Burela Blues Band. ¿De qué manera moldearon estos primeros pasos tu trayectoria musical posterior?

Nuno: «La moldearon muchísimo, la verdad. Tanto con la Banda Municipal como con la Blues Band, desde que tenía 13 años, descubrí lo muy divertido que es salir a tocar por ahí con tus amigos; es una de las mejores sensaciones de la vida. Aunque mi carrera musical transcurrió y transcurre por caminos totalmente distintos al de la música de banda o al jazz/big band, el gusto por dar conciertos, ensayar y viajar con gente a tocar me viene de ahí».

 

Oh! Ayatollah fue el primer proyecto «oficial» en el que pudimos escuchar a Nuno, una banda de «pop entusiasta con una cara cruda» en la que cantabas y tocabas el teclado. ¿Cómo recuerdas esta etapa? ¿Qué supuso Oh! Ayatollah para el desarrollo de Grande Amore?

Nuno: «Bueno, con Oh! Ayatollah aún seguimos! Estamos preparando canciones nuevas, de hecho, pero con un pequeño rebranding (que cambiaremos de nombre, vaya).

Yo no veo tan diferente un proyecto de otro. Quiero decir, tanto ese pop con toques de art punk que hacemos con Oh! Ayatollah como el rock electrónico de Grande Amore son dos facetas de mi educación musical que siempre me gustaron. No siento que haya ninguna evolución rupturista ni nada por el estilo entre un proyecto y otro. Son partes de mi gusto musical que conviven perfectamente una con la otra».

 

 

¿Qué te empujó, años más tarde, a presentar tu proyecto artístico en solitario?

Nuno: «Las ganas de probar a hacer música yo solo, por mi cuenta, con sintes y cajas de ritmos. Empezó como un experimento y acabó siendo el proyecto que más gente conoció de todos en los que estuve de momento».

 

El terreno de juego de Grande Amore cubre desde el pop, rock ‘n’ roll y punk, a heavy metal y techno de los 80, entre otros muchos «ruidos». Pero, sin géneros... ¿cómo describirías tu música? ¿A qué suena Grande Amore?

Nuno: «Grande Amore es un proyecto de punk; siempre lo será por pura necesidad.

Es decir, nosotros tenemos una aproximación visceral, minimalista y poco erudita a todo lo que hacemos, porque no somos grandes intérpretes de ningún instrumento. Siempre tenemos que tirar de la pasión y el impresionismo más que de la erudición. Dentro de eso, pues sí, hicimos temas un poco más synthpop, otros más próximos al metal... pero ya digo, siempre desde una filosofía punky porque no podemos ser otra cosa (con lo bueno y lo malo que eso conlleva)».

 

Foto © Esther Estévez

 

Leemos cómo dices que no tienes «referentes en la electrónica, soy más de guitarras». ¿A quién consideras, pues, referentes musicales? ¿Quién tiene, o tuvo, un particular impacto en tu música?

Nuno: «Me gusta mucho la música de muchos DJ’s y productores como Paco Osuna, Paul Kalkbrenner o Ricardo Villalobos, pero claro... de ahí a considerarlos influencia directa para Grande Amore, ya no lo veo tan claro.

Siempre me sentí muy influenciado, a la hora de componer, por grupos de guitarras en la tradición del punk, como pueden ser The Ramones, The Stooges o, últimamente, Motörhead y Misfits. Aunque, si me tengo que quedar con un único grupo, diría que The Velvet Underground fue el primero que me motivó a componer mis propias canciones. Creo que nunca nada me dejará una huella tan profunda como la de Velvet. También, claro, porque los descubrí con 16 años, y con 16 años todo te impresiona de manera descomunal; con 30 ya es más complicado llevarse una sorpresa así de grande».

 

Compartiste talento en Los Rastreadores junto a Ortiga (Boyanka Kostova), y en Nunomanía EP (Helsinkipri & Ernie Records, 2021) con Mundo Prestigio, pero también con Muchachito Bombo Infierno, The Rapants, Galician Army... ¿Qué crees que aportaron esas colaboraciones a Grande Amore, profesionalmente, y a Nuno personalmente?

Nuno: «Pues te diría que lo que más me ayudó, tanto a nivel profesional como personal, del hecho de hacer todas esas colaboraciones, fue a salir del solipsismo a lo que estoy sujeto siempre a la hora de componer mis temas. Ver que hay otras formas de trabajar que también funcionan es siempre un alivio para mí. Aún encima, siempre colaboré con gente que me cae bien, entonces claro, está bien recibir esas lecciones de alguien a quién le tienes aprecio personal».

 

 

Apuestas por el gallego como lengua vehicular en tus composiciones. ¿Consideras que el gallego aporta algo especial a vuestra música que no se podría expresar igual en otro idioma?

Nuno: «Sí, claro, yo creo que Grande Amore no tendría sentido en otra lengua, porque al final yo escribo las letras, y solo me sé expresar con cierta precisión (aunque hable más rápido que Dios y me trabe muchísimo explicándome cara a cara) y con el dominio de un idioma que requiere el lenguaje lírico/poético cuando uso el gallego».

 

 

 

 

El primer disco es Grande Amore (Ernie Records, 2021), un largo en el que descargas tus alegrías y tus penas en nueve canciones, que, comentabas, «me definen mejor que cualquier cosa que pueda decir sobre ellas o sobre mi persona». En una época donde lo superficial prima sobre lo sentimental, lo de abrirse en canal ya de primeras, ¿no te pareció arriesgado?

Nuno: «Pues... no, no particularmente. Quiero decir, para mí la escritura de letras es un proceso muy anterior a la reflexión racional, mucho más primitivo y visceral.

Siempre digo que escribo porque tengo ahí dentro unas cosas que no me saldría expresar de ninguna otra forma en ninguno otro contexto de mi vida. No podría no escribir así. Entonces, no tendría sentido que me preocupara por si ese hecho es más o menos arriesgado, porque es que no sé hacerlo de ninguna otra forma, para bien y para mal. De hecho, casi hasta me parece que peco de lo contrario, a veces pienso que debería ser todavía más explícito y confesional cuando escribo, que tendría que ser todo más “verdadero” (aunque sea un poco cursi emplear ese término)».

 

 

Foto © Esther Estévez 

 

Claro ejemplo de esa intimidad que comentábamos era “Esta pena que a veces teño”, un sencillo que resume, de manera descarada y desgarrada, «tu vida entera» y que, en ese momento, fue un hit a nivel estatal. ¿Cómo nació esta canción en concreto? ¿Esperabas tal éxito?

Nuno: «[Risas], caray... ¡¡hit a nivel estatal!! Bueno, ¡¡yo creo que no fue tanto!! Pero entiendo a lo que te refieres, porque es la canción de Grande Amore que mejor funcionó de todas, y aún a día de hoy no hicimos otra que la desbancase de ese puesto.

La verdad es que salió como todas, de forma un tanto casual; en ningún momento pensé que acabaría teniendo tan buena acogida. Creía que, por ejemplo y en ese disco, iba a funcionar mucho mejor “Vémonos no baño” o “Perdón por ser tan sexy”. Sigo creyendo, también, que es la que mejor me define como persona, efectivamente.

Ojalá en algún momento de mi vida me defina mejor “La ventanita” o la de “Happy” de Pharrel Williams, pero de momento esto es lo que hay...».

 

 

«Se todo fose igual que o que teño eu pensado, nos billetes de cen sairía o Hevi de lado», decías en “Mundo Nuno”. Hevi (Malandrómeda), uno de los grandes productores del país, se encargó de la producción de este primer trabajo. ¿Cómo fue a trabajar con él? ¿Qué dirías que aportó al sonido del disco?

Nuno: «Creo que hay muchas bandas de mi generación (bueno, de la mía ¡y de otras también!) que le debemos mucho a Hevi ya no solo a nivel sónico, que también, sino a la hora de concebir filosóficamente nuestro proyecto musical y de tener una apertura de miras a la que puede que nunca llegásemos de no ser por él.

Me pasa a mí, le pasa a los Novedades Carminha de la última época, a Ortiga, a Boyanka Kostova, a los Oh! Ayatollah... y más recientemente a Ataque Escampe, que para mí formaron el binomio perfecto entre composición por su parte y producción por la de Hevi. Creo que, juntos, están ambos haciendo los mejores trabajos de sus carreras. “As Cruces”, del EP A alma (2019) es, para mí, una de las mejores canciones de la historia de la música grabada de Galicia. Lo digo sin exagerar nada.

Perdón por divagar en esta respuesta, pero me apetecía que quedara esto por escrito [risos]».

 

 

 

 

Un par de años después llegaba II (Ernie Records, 2023), un álbum con una base de rock tipo Motörhead o Ramones, pero con cajas de ritmos y sintetizadores añadidos, lo que se traduce en un sonido mucho más afilado que lo de su antecesor. ¿Qué propició este giro sonoro... y cuánto de «culpa» tiene Carlangas, quien se encargó de su producción?

Nuno: «El giro de un disco al otro lo propició el hecho de que... bueno, sinceramente, que quería que me apreciara el público más rockero [risas]. ¡Y me sigue pasando! Ya digo, llevo toda la vida escuchando rock y punk, y como las canciones del primero disco tenían por momentos un toque un poco más ligero y desenfadado... pura acción/reacción, en el segundo quise endurecer todo un poco a ver qué pasaba. Y, efectivamente, la producción de Carlangas ayudó mucho, porque entró muy bien en esa idea de “menos es más” e hicimos todo el disco con la misma caja de ritmos y el mismo sintetizador de bajo.

Estoy muy contento de cómo quedó ese disco, aunque es, con mucha diferencia, el que menos le gusta a la gente de los tres».

 

En 2022, Grande Amore ganó el Premio Martín Códax en la categoría de Electrónica; el año pasado, este II fue reconocido cómo Mejor Álbum en Gallego en los Premios MIN. ¿Qué supusieron para ti, y tu carrera, estos reconocimientos?

Nuno: «A mí me da vergüenza ganar premios. Me siento mal, sucio y un farsante. Siento que le estoy robando a alguien. Fuera coñas. Ojalá poder decir otra cosa. A nivel profesional, me alegro porque supongo que son cosas buenas para el proyecto. A nivel personal, me hacen sentir mal porque ya digo, no me gusta mucho el reconocimiento a ese nivel. ¡¡Ojo!! Si me los quieren seguir dando, ¡¡adelante!! Que seguro que sube el caché eso [risas]».

 

 

El año pasado, Grande Amore dejó de ser un proyecto en solitario para convertirse en una banda compuesta por Nuno, Clara Redondo y mariagrep. Nuno, ¿cómo dirías que creció Grande Amore con la incorporación de Clara y María? ¿Qué aportan al proyecto?

Nuno: «Clara es el científico del grupo. La persona que maneja los datos. La persona que sabe dónde se come el mejor ramen vegano en... ponle, Castellón. ¿Cómo lo sabe? ¿Por qué lo sabe? Eso se escapa totalmente del conocimiento del corriente de los mortales, pero lo sabe.

María es la jefa del aparato logístico —que suena a cosa de comando terrorista, pero no—, la que nos deja dormir en su piso en Madrid siempre que lo necesitamos y la que nos podría salvar de la muerte si hubiese una pelea física, porque María tiene mucha fuerza. Durante una época, también fue la millonaria del grupo, pero ahora le pasa un poco como a The Mandalorian, que tiene que andar por todo el mundo haciendo todo tipo de misiones y pasando mil aventuras como cazarrecompensas para ganarse el sustento».

 

Foto © Esther Estévez

 

A Clara Redondo la encontramos en la sección de percusión de la Banda de Música de Sanxenxo y a mariagrep como una de las referentes del bedroom pop de la escena actual. ¿Cómo llegáis a ser parte de Grande Amore?

Nuno: «Estamos aquí los tres comiendo. A Clara le dio miedo saber que alguien conoce su pasado como crotalista y María me está mandando inventar una historia épica sobre como fue el proceso de reclutamiento de las dos porque dice que se me da bien. Y claro, ¡¡cómo me gusta a mí un piropo literario!! Procedo, entonces:

Un poco como si se tratase de una película de atracos o de La comunidad del anillo, nos fuimos juntando en Grande Amore por casualidades de la vida tres auténticos desamparados que no podrían dedicarse a ninguna otra cosa ni tocar en ningún otro grupo. No éramos amigos de antes (ahora espero que sí) ni nos conocimos en el conservatorio ni nada. Simplemente, cada vez estoy más convencido de que la vida nos juntó porque no podía ser de otra forma.

Quiero decir, la primera en entrar en el grupo fue María, y ni siquiera nos conocíamos mucho. Un día le hablé por WhatsApp y le dije que le tenía que contar algo pero que tenía que ser en persona. María pensó que me iba a declarar o algo así, y por compasión accedió a ir conmigo al Altamira un día por la semana, aunque creo que mucha gana no tenía. Pasé una hora comiendo raxo sin levantar la cabeza del plato porque me daba vergüenza, hasta que ella me obligó a decirle lo que fuera que le quería decir. Le pregunté se le gustaría... (silencio de María)... si le gustaría... (silencio de María)... si le gustaría ser la DJ de Grande Amore. María respiró aliviada por un segundo, y luego dijo: “¡Pero si no sé pinchar!”. “¡Contratada!” Respondí yo. Con Clara el proceso fue totalmente distinto. Le pregunté si quería ser la guitarrista de Grande Amore. “¡Pero si no sé tocar!”. “¡Contratada!”. Ya os digo, nada que ver un proceso con el otro. Y aquí seguimos, dos años después. Aunque parece que fueron 200».

 

En la vuestra biomás reciente dice Clara que «nuestro instrumento es la actitud». ¿Cómo traslada Grande Amore, pues, esa actitud a las composiciones?

Nuno: «Originalmente, la frase que dijo Clara era “nuestro instrumento son los crótalos” pero María, en homenaje a sí misma y a su tema “Actitud” (del disco de mariagrep que acaba de salir) nos obligó a cambiarla y meter lo de la actitud. Es mejor frase así, vende mejor...».

 

Defendéis la esencia pura de vuestras creaciones. ¿De qué modo afecta esta filosofía a vuestro proceso creativo?

Nuno: «Caray, muy buena pregunta y... no sé se tiene una respuesta a la altura. Hacemos la única música que podríamos hacer, de la única forma que podríamos hacerla. No es por ser purista ni por defender la esencia de la creatividad radical y absoluta... no. Es que hacerlo de otra forma es imposible para nosotros, de verdad».

 

 

 

Estáis presentando III (Ernie Records, 2025), un nuevo disco en el que trasladáis al estudio el sonido de los directos. ¿Con qué intención?

Nuno: «Sí, la idea era esa, desde luego; el caso es que el trabajo de Jaco como productor fue tan bueno que la verdad es que no se traslada nada de eso... es la versión muy, muy mejorada de la mejor de nuestras fantasías al respecto de cómo podríamos llegar a sonar nunca en directo».

 

 

Tenemos el volumen II y el III... ¿seguiréis con un IV o arriesgaréis? ¿Fans de Led Zeppelin?

Nuno: «¡¡Sí, sí!! El cuarto va a ser “Vol. IV”. Así matamos dos pájaros de un tiro: ¡¡homenajeamos a la vez a Black Sabbath y a Led Zeppelin!!».

 

Con un sonido aún más crudo, donde los sintes pesan casi tanto como las guitarras, notamos como conforme crece la discografía, crece la distorsión... Confesad: ¿tenéis algún límite al respecto?

Nuno: «¡No! Bueno, yo no. Clara y María se ríen con esta pregunta, porque ellas son el contrapeso en cuanto a la distorsión. Acercan una visión más popera y relajada. Si por mí fuese, el disco sonaría cómo cuando arrugas papel de aluminio. Le metería una batería a eso, unos berriños y...¡¡ adelante!!».

 

Foto © Esther Estévez

 

En III, escuchamos una versión acelerada de “Maldita sea mi suerte”, original de Los Suaves. ¿Qué significado tiene este tema para hacer de él una versión e incluirla en el disco?

Nuno: «Para mí es uno de los mejores temas de la historia, francamente lo digo. Y tiene una de las letras con las que más identificado me sentí jamás. Ojalá haberlo escrito yo...».

 

 

El último adelanto de III fue “Ti máis eu”, un corte intimista de minuto y medio en colaboración con el cantautor asturiano Nacho Vegas en el que, de hecho, se fusionan gallego y bable. ¿Cómo fue a trabajar junto con un grande como Nacho Vegas? ¿Qué significó para ti?

Nuno: «Fue genial, la verdad. Creo que la experiencia de trabajar con Nacho se resume a la perfección en una historia que cuenta bastante Clara, que es la de cuando estaba montando en el tren para ir a Madrid a grabar ese tema, que fue el primero que grabamos del disco, y se quedó quieta un segundo, uno de estos segundos en los que te viene de repente un ramalazo de autoconsciencia y te ves a ti mismo desde fuera, y pensó: “Párate, ¡¿estoy yendo... a grabar un tema con Nacho Vegas?!”.

Fue todo genial, tan fácil y tan ligero el proceso por su parte que a veces hasta cuesta creer que fue real».

 

 

No es la única colabo del disco, ya que también escuchamos a David Ruiz (La M.O.D.A.) en “Se te volvo a ver”, un corte de actitud siniestra en el que distorsión y saturación van de la mano. ¿Cómo surge esta colaboración?

Nuno: «Surge por afinidad personal. Conocemos a David desde hace tiempo y nos llevamos genial con él. David es un tío muy guay, súper amable y generoso con todo el mundo. Por eso no me costó (a mí, Nuno) pedirle que se sumase a una de las canciones del disco. ¡Y mira que me costa normalmente, eh! Que yo tengo mucho miedo a que me digan que no. Más que miedo, pánico».

 

III viene envuelto en una portada con una fotografía de la casa natal de Nuno en Frexulfe, mientras que la contraportada muestra el cementerio del mismo pueblo. ¿Qué hay detrás de la elección de estas dos fotografías?

Nuno: «Tengo el ordenador lleno de fotos como esas que fui tomando a lo largo de los años. Me gusta mucho ir a Frexulfe y sacar fotos en el Chaíño, que es el lugar en el que está la casa donde nací, la que era antiguamente la Taberna del Pote (mi bisabuelo).

Ya digo, esto lo hago desde hace años por gusto. Un día, escuchando las primeras mezclas del disco, me pareció que le quedaba bien una de estas imágenes como portada, porque me recordaba un poco a la portada del primer disco de Black Sabbath. Y, claro, siendo la portada así, le quedaba también bien que la contraportada fuese el cementerio. No tiene mucho más trasfondo, la verdad (¡bastante es!)».

 

Foto © Esther Estévez

 

Estáis inmersos en la gira presentación de III, presentado ya en Ourense (¡con un par de sold outs!), Lugo, Murcia, Alicante, Madrid... ¿Cómo está siendo su acogida en directo?

Nuno: «¡¡De momento, buenísima!! También debo decir que lo que más pasión despierta entre la gente es todo lo que no tiene que ver conmigo [risas] (con Nuno): la pandereta de María, los coros de María y Clara, el sonido de la guitarra de Clara... en lo que a mí respecta, diría que estoy en franca decadencia. Puede que incluso el disco nuevo sea con otro cantante ya, y vía. Igual me echan y fichan a Lucía (Lucía Hidalgo, The Legend)».

 

«Antes de subirse al escenario parecen los Looney Tunes»... pero, ¿cómo es Grande Amore al subirse a él? ¿Cómo son vuestros conciertos?

Nuno: «María dice: cada uno es diferente al anterior y se viven cosas que no se pueden explicar con palabras ni reproducir más allá del momento.

Clara dice: nuestros conciertos son impactantes, desconcertantes y atrevidos.

Nuno dice: que más dará el que diga yo, que total, ahora son lo que sobra...».

 

 

En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?

Nuno: «ULEX. Para mí, son la banda gallega del futuro. Me da palo decírselo porque, joba, pobres, aún ni 18 años tienen y no quiero meterles presión. Pero vamos, potencialmente y para mí, son la mejor banda gallega de la historia, la sublimación de todo lo que quisimos ser los que vinimos antes de ellos, un poco como Luke Skywalker (hala, ahí, sin presión...)».

 

Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza

Nuno: «Bf... ¡¡de todo!! Pódcast de crímenes, black metal, Terbutalina, doom metal, chistes de Eugenio, Él Mató a Un Policía Motorizado, Muchachito, pódcast hablando de música...».

 

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