CAPITAL VOSKOV: «NUESTRO SONIDO TIENE LA DENSIDAD DEL POP, LA URGENCIA DEL ROCK Y LA TEXTURA DEL INDIE»
Surge de las amistades, nuevas y viejas, de las casualidades de la vida y, como el ave fénix, (re)surge de sus cenizas. Álvaro Beiró (bajo), María Galdón (teclados, coros), Alberto Romero y Sergio González (guitarras), Chema Caamaño (batería) e Alfonso Gallardo (voz) son Capital Voskov y, cada uno de ellos, aporta todo aquello que les ha hecho evolucionar, tanto musical como personalmente. Aquel proyecto originario, bautizado como Maestro, se ha convertido en una banda con «muchas más capas», con un sonido que equilibra pop crudo, texturas indie y rock enérgico; una banda con una sonoridad mucho más madura.
Abrir el juego (2023) es su primer álbum, un largo en el que Capital Voskov se deja llevar por la intuición y el buen hacer con el objetivo de crear un disco libre de etiquetas. Lo consiguen, moviéndose por el tablero de ritmos contundentes que juegan entre el indie y la electrónica.
Parte de Capital Voskov es de Muros, otra de Foz, alguna de Pontevedra... ¿cómo se forja esta conexión Rías Baixas-Rías Altas hasta conformar el grupo?
María Galdón: «Los componentes de Muros se conocen desde hace muchos años; hay una relación de amistad que ya viene de tiempo atrás. Álvaro y Alberto se conocieron estudiando guitarra en A Coruña y a mí me conocieron un poco de carambola cuando grabaron el tema de Maestro “Superlativo”, que ya se grabó con Iago Blanco y colaboré en el teclado.
Al final, es una historia de años de amistad, nuevas amistades y casualidades de la vida».
Como Maestro, descubrimos que la banda estuvo a punto de decir definitivamente adiós, pero resurgió de sus cenizas como Capital Voskov. ¿Qué propició y cómo fue (o está siendo) este renacimiento?
Alfonso Gallardo: «El mundo de la música, la mayoría de las veces, es demasiado desagradecido. Echas muchas horas renunciando a estar con la familia o a utilizar ese tiempo en otras aficiones; inviertes partes de tus ahorros en mejorar el material o en realizar grabaciones de calidad; intentas hacer las canciones de la forma más perfeccionista... y, a veces, se traduce en nada.
Tenemos que reconocer que resulta bastante duro tocar una y otra vez en los mismos lugares de siempre para esos cuatro amigos (y dos familiares) recurrentes, y que la gente esté esperando a que toques la versión de siempre para venirse algo arriba.
Cuando de pronto te empiezan a preguntar y a opinar de tus propias canciones es cuando todo cambia, y esa sensación la sentimos por primera vez este año».
Estuvimos buscando el significado de vuestro nombre y lo más cercano que encontramos fue a Vujadin Boškov, jugador de fútbol yugoslavo y entrenador del Real Madrid, entre otros equipos. Como ya tenemos cierta experiencia en este terreno (de juego)... ¿Cuál es su verdadero origen?
Sergio González: «La intención que teníamos a la hora de buscar un nombre era encontrar algo que se asociase únicamente a nosotros, ya que los que antes habíamos estado en Maestro sabíamos lo incómodo que era responder a la pregunta “¿y dónde puedo escuchar vuestros temas?” con un “pues en Spotify buscas Maestro, avanzas 274 artistas más y ya das con nuestro perfil”. Tenía que ser algo único».
Fonso: «En un momento dado nos hizo gracia la historia del Programa Vostok, una misión de los soviéticos en los años 60 mediante la cual pretendían poner al ser humano en órbita antes que los estadounidenses. En la búsqueda de la singularidad, deformamos “Vostok” en “Voskov” y fundamos la banda en ese intento constante de despegue».
Más allá de etiquetas, ¿cómo describiríais el sonido de Capital Voskov?
Sergio: «Diríamos que tiene la densidad del pop, la urgencia del rock y la textura del indie; si se nos permite echar mano de las etiquetas como matiz».
Álvaro Beiró: «Siempre nos cuesta mucho describirlo, pero podríamos decir que la sonoridad se cimienta en una base de guitarras potente pero no agresiva, con un papel cada vez más claro de los teclados y con un bajo y batería que completan el timbre instrumental, todo liderado por la voz la mayor parte del tiempo».
Pasando de estilos a influencias, ¿quién diríais que os influye, o influyó, en vuestra manera de componer?
Fonso: «Cada uno es de su padre y de su madre, aportando su preferencia de una forma o de otra, pero lo cierto es que, cuando miramos hacia arriba, nos resulta imposible no fijarnos en grupos como Viva Suecia, Vetusta Morla, Arde Bogotá, Supersubmarina, Izal y compañía».
En abril 2021 se publicaba el último sencillo de Maestro, “Mírame”, y, en julio y agosto de ese mismo año, los primeros de Capital Voskov, “Farsa” y “Sed” que, finalmente no formarían parte de vuestro primer largo. ¿Fueron estos lanzamientos una especie de puente entre ambos proyectos, una prueba de fuego? ¿Por qué no incluirlos en el álbum?
Sergio: «Mirando esas fechas ciertamente da la impresión de que los dos proyectos vivieron más próximos en el tiempo de lo que nosotros probablemente sentimos. El motivo es que “Mírame” se grabó en febrero de 2020, escasas semanas antes de que la COVID paralizase todo, en un momento en el que la banda, o bien no tenía aún formación estable, o era muy reciente... entonces “Mírame” se publicó sabiendo que no tendría continuidad.
Ya hacía un tiempo que veníamos trabajando en un proyecto nuevo y es de ese trabajo de donde salen “Sed” y “Farsa”, que no están en el disco simplemente porque salieron dos años antes, pero sí que fueron la presentación de Capital Voskov».
Ambos temas pueden interpretarse como una descripción de lo duro que es abrirse paso en el mundo de la música. ¿Es así?
Álvaro: «Siempre que lanzamos un nuevo tema decimos “este tema ahora es vuestro”. Por supuesto que se le puede dar esa interpretación, pero si le encontráis otra también sería correcta».
Por fin, a finales del pasado octubre, y tras algunos adelantos, veía la luz vuestro primer álbum, Abrir el juego (2023). Con el disco en la mano, ¿qué diferencias diríais que hay, musicalmente hablando, entre Maestro y Capital Voskov?
Álvaro: «La música de Capital Voskov tiene muchas más capas, la densidad sonora aumenta considerablemente. También nos abrimos a modernizarnos, tomando sonidos de otros géneros (como por ejemplo de la música electrónica o del funk) para tratar de darle una identidad más clara y única. De este modo diría que conseguimos una sonoridad más madura».
El primer adelanto fue “Edimburgo”, un tema en el que vemos ciertos ecos del “Copenhague” de Vetusta Morla. ¿Por qué escogerlo como primer sencillo?
Sergio: «Porque con la intención de dar siempre un pasito más, este tema era poco continuista en cuanto a la sonoridad y además estaba en gallego; nos pareció una elección bastante clara. También influye que, para poder hacerle frente al trabajo y coste que supone un disco de nueve temas, tuvimos que organizar las grabaciones en varios bloques, y “Edimburgo” estaba en ese primer bloque».
Curiosamente, el tema que da nombre al álbum hace referencia a una partida —“Abrir el juego (La Partida I)”— el mismo que en la pista 8 con “Estamos a tiempo (La Partida II)”. ¿Cómo fue la composición de estas piezas? ¿Fueron hechas para ser «partidas» desde un primer momento o esa jugada vino a posteriori?
Álvaro: «Estas dos piezas fueron mucho de la mano en su composición y desarrollo. Son dos de los primeros temas compuestos para este álbum, pero como las comparaciones son odiosas, decidimos separar estos dos “hermanos” en el orden final para evitar peleas».
Seguimos tirando del hilo y, más allá de las partidas, echando un vistazo tanto a las portadas de los sencillos (piezas de ajedrez) como la portada del disco (un tablero), encontramos un concepto claro: el ajedrez. ¿Es la traducción gráfica de la temática del álbum, el ajedrez como metáfora de...?
María: «Pues no deja de ser una metáfora de cómo abrirse paso, o cómo empezar ese juego a nivel de poner en marcha un proyecto, en este caso una banda.
Nosotros abrimos el juego primero con ese cambio de nombre y un poco de terminar de definir nuestra identidad, seguimos la partida con este disco que, al fin y al cabo, es nuestro primer trabajo de larga duración. Y, en función de cómo nos vaya la vida y cómo vaya respondiendo el público, seguiremos moviéndonos por el tablero. Refleja ese momento de atreverse a dar el paso, de iniciar la partida y de ir moviéndonos en función de que vaya sucediendo».
Hay otros, pero el tema central del disco es el amor, ¿cuánto de autobiográfico tienen las letras? ¿En qué, o quién, están inspiradas?
Fonso: «Nos resulta imposible inventarnos la temática de las canciones. Dicho esto, los temas siempre están basados en historias reales, o tan siquiera con parte de realidad. Esto provoca que, dependiendo del momento vital en el que te encuentres, los temas puedan ir hacia un lado o hacia el otro. ¡Esperamos que el próximo disco no hable de lloros y de vender los instrumentos!».
Sergio: «Las letras no podemos decir que sean estrictamente autobiográficas, porque no cuentan nuestras vivencias personales, pero siempre parten de un punto de realidad; de una idea o de una frase que lo conecta con algo de nuestra vida, que no siempre aparece de forma expresa en la canción. Eso hace que el momento vital de quien la escucha lleve a una u otra interpretación».
¿Cómo fue el proceso creativo? Siendo seis, ¿cómo trabajáis los temas desde su concepción hasta la canción que escuchamos cuando le damos al play? No debe ser fácil, ¿hay división del trabajo, roles diferentes?
Álvaro: «Todos los temas parten de una idea más o menos grande y más o menos concreta de alguno de los miembros. De las ideas que llegaron a formar parte de este álbum, musicalmente podemos destacar la labor de Sergio y Alberto junto con Chema; y en cuanto a las letras, a Alfonso junto con Sergio y Alberto.
Esas ideas luego son puestas en común, momento en que los demás miembros aportan continuaciones, mejoras, cambios, problemas, soluciones, etc. Los temas suelen estar bastante “vivos” hasta que quedan grabados; se producen cambios continuamente en un afán de perfeccionismo. Y, aun así, después de grabar a veces aparecen más ideas que implementamos en directo, haciendo muchas veces único cada evento».
De las nueve pistas, cinco son en gallego; lo de incluir el gallego ¿fue una elección ética o estética?
Sergio: «Dentro de la banda existe la necesidad de componer en gallego como forma de conectar más con las canciones, además de buscar una naturalidad en las letras que, teniendo a gente que compone en la banda con el gallego como primera lengua, a lo mejor no la encuentra del mismo modo con el castellano».
María: «Al final, el idioma es un instrumento más y creemos que debe estar integrado, tiene que reflejar esa naturalidad».
Álvaro: «El tema de hacer canciones en gallego llevaba bastante tiempo rondando nuestras cabezas. Teníamos mucho hábito de escribir en castellano a pesar de ser mayormente gallego hablantes, pero debíamos mucho a nuestro público gallego. No lo forzamos, pero sí que las ganas de expresarnos en nuestra lengua lo hicieron una realidad. Y estamos muy contentos con el resultado».
Para Abrir el juego contasteis con Iago Blanco (Drum&Roll) a los mandos de la producción, que destaca por estar impecablemente cuidada. ¿Cómo fue a trabajar mano a mano con él?
María: «Con Iago suele ser todo muy sencillo. Es un productor que entiende a la banda y que siempre mira por el bien de las canciones por encima de todo. Aporta muchísimas ideas, propone recursos y, sobre todo, cuida mucho la sonoridad de la banda. Además de que, en el momento en el que ponemos un pie en Drum&Roll Studios, el sentimiento es como el de estar en casa».
Sergio: «Llevamos trabajando con Iago desde los inicios del proyecto. Entiende muy bien a la banda, cómo trabajamos y cómo queremos sonar, y eso agiliza mucho todo el trabajo que lleva consigo hacer un disco. Y además viene también con nosotros a los directos, que es algo que contribuye a la retroalimentación en ambos campos».
Al hilo, y después de esta experiencia, ¿cómo creéis que debe ser la relación productor-artista para conseguir con éxito el producto final?
María: «En nuestro caso necesitamos que sea una relación de aprendizaje y confianza entre ambas partes. Iago Blanco saca lo mejor de nosotros siempre pensando en el bien mayor, que es ese producto final. La máxima es la de dejar egos fuera, trabajar todos en la misma dirección y, sobre todo, crear ese ambiente de confianza que mencionamos líneas arriba».
Despedíais 2023 haciendo balance, exponiendo por qué fue un año tan especial para vosotros como grupo. Nosotros subimos la apuesta y preguntamos: ¿qué esperáis de este 2024?
María: «Creo que lo que más esperamos son oportunidades... Tocar en festivales, en salas, poder rodar, que la gente nos vea y disfrute con nuestro directo y nuestros temas».
Abrir el juego ya lleva un par de sold out colgados... ¿esperabais tal acogida en directo? ¿Cuándo, y dónde, podremos seguir disfrutando del Improvisaremos Tour?
Fonso: «Pues la verdad es que era impensable contar con este arranque de tour. Que lo vendiésemos todo en las primeras fechas era de por sí una fantasía, pero la vibra y la conexión del público fue de locos.
En estos próximos meses visitaremos Vigo, Pontevedra y Madrid (estad atentos a nuestras redes), y después esperamos que los promotores se animen a brindarnos la oportunidad de romperla nos sus festivales».
«Si quieres tener algo que nunca antes has tenido, tienes que empezar a improvisar» decís en “Farsa”; el tema que cierra Abrir el juego es “Ya improvisaremos”... Ese concepto de «improvisar», que ahora también da título a gira, parece una constante. ¿Qué significado tiene para vosotros?
Álvaro: «Si uno continúa haciendo lo que viene haciendo siempre va a seguir obteniendo el mismo resultado; cuando uno ansía un cambio, una mejora significativa, tiene que salirse del que está acostumbrado e improvisar. Nosotros lo tenemos claro: cuando algo no funciona, lo que tenemos que hacer es seguir probando».
Vuestro repertorio parece carne de festi, tuvieseis que escoger: ¿sala o festival?
Sergio: «Diríamos que queremos hacer más festis para poder hacer más salas... ¿o es mojarse poco? ;)».
Para alguien que aún no tuvo la oportunidad de vivir la experiencia en primera persona, ¿cómo describiríais un concierto de Capital Voskov?
María: «Un concierto de Capital Voskov es una gran dosis de energía de principio a fin, con partes muy trabajadas a nivel musical y, sobre todo, con muchísima química y buen rollo en el escenario, con el que pretendemos contagiar a todo el público».
En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendaríais? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?
María: «Yo recomendaría la Wetsocks sin duda, una banda de rock con canciones muy elaboradas a nivel instrumental y un vocalista que es una maravilla».
Se abriésemos vuestras cuentas personales de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza
María: «Pues yo escucho desde Pink Floyd, Architects o Eivor a Lady Gaga, Katy Perry y Dua Lipa, ¡con mucho orgullo!».
Álvaro: «Va por temporadas, pero algunos destacados serían Izal, Xoel López, Arde Bogotá y también Coldplay, Queen o Mike Oldfield».
Alberto Romero: «Complicado hacer un resumen, pero toda la variedad que puedo. John Mayer, Cory Wong, Bon Iver... pero también Desakato, Arde Bogotá o Viva Belgrado y, últimamente, mucha música latina».
Fonso: «Foo Fighters, Quique González, Arde Bogotá, Leo Rizzi... una de cal y otra de arena.
Sergio: «Este mes voy loquísimo con tres temas: ‘Perfect Blue’ de Viva Belgrado, ‘Uno de eses gatos’ de Sen Senra y ‘Battery’ de Metallica».