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HELENA EGEA: «‘FLARES OF LIFE’ NACE NACE DE ESAS CHISPAS DE LUZ, DE LOS EVENTOS QUE NOS PASAN Y LOS SENTIMIENTOS QUE NOS ATRAVIESAN CON ELLOS»

HELENA EGEA: «‘FLARES OF LIFE’ NACE NACE DE ESAS CHISPAS DE LUZ, DE LOS EVENTOS QUE NOS PASAN Y LOS SENTIMIENTOS QUE NOS ATRAVIESAN CON ELLOS»
13 JANUARY 2025

Cantante, compositora y multinstrumentista (violín, piano, guitarra), Helena Egea bebe del soul, jazz, rock y blues con piezas inspiradas en grandes artistas como Aretha Franklin, Ella Fitzgerald, Carole King o Janis Joplin. El proyecto viene marcado por su gusto ecléctico y su experiencia previa en distintas bandas, formatos y estilos, ofreciendo un repertorio propio y versiones en gallego, castellano e inglés.

Después de varios adelantos, a finales de noviembre salía por fin Flares of Life (2024), su primer trabajo discográfico, un álbum de cinco cortes nos que a artista pontevedresa cada a temáticas variadas cun nexo en común: «esos pequeños brotes de vida que van saliendo y de los que quise recoger algunas emociones concretas y situaciones y hacerlas canción».

 

Foto © Cristina Padín

 

¿Cuál fue, y cómo recuerda, Helena Egea su primer contacto con la música? ¿Qué hizo que apostases por esta disciplina artística ya desde pequeña... y qué te hizo continuar en ella?

Helena Egea: «En mi familia siempre hubo gusto por la música, sobre todo por parte de mis padres, y desde pequeña a mí me gustaba la música que me ponían, bailar y cantar; entonces decidieron que fuese a una escuela y siempre seguí aprendiendo y disfrutar de ella en todas las versiones.

También en la escuela de primaria, gracias a un profesor de inglés donde teníamos que hacer una actividad con una canción y yo, en lugar de coger una hecha, decidí componerla y fue mi primera canción en inglés. Estuve siempre rodeada de música de una forma o de otra y siempre resonó en mí. Para bailar también, siempre me gustó.

Seguir en ella no es, casi, ni una elección, es parte de quien soy. Solo cambia tu relación con la música o los ámbitos en los que te acompaña, y yo decidí apostar por mi proyecto propio porque de componer no iba a parar».

 

Estudiaste violín en el conservatorio, pero ahora podemos verte, y escucharte, detrás del piano o de la guitarra, instrumentos que aprendiste a tocar de manera autodidacta. ¿Por qué estos instrumentos en particular?

Helena: «El piano ya es algo con el que empiezas en la escuela de música antes de elegir el instrumento, en mi caso el violín, simplemente lo seguí desarrollando por mi cuenta para tocar canciones que me gustaban, para componer cosas instrumentales... La guitarra sí fue totalmente autodidacta.

Ambos instrumentos los tomé como una herramienta para poder componer yo. Empecé componiendo con el piano y seguí con la guitarra; esta última también debido a los referentes musicales o cantautores o rock y blues que tenían siempre una guitarra eléctrica».

 

Foto © Miguel Gomar

 

Aunque destacamos tu destreza con estos instrumentos, no podemos olvidarnos de tu instrumento principal: tu voz, poderosa y versátil en su mayor expresión. ¿Le das muchas vueltas a la hora de definir como interpretarás cada uno de tus temas?

Helena: «La verdad es que intento cada vez, y con lo que voy aprendiendo, aportar más de la técnica que sé no solo para cuidar la voz, sino para lo que sirve como instrumento, que es dar más matices y expresiones a las canciones.

Pero también intento no darle demasiadas vueltas; pienso lo que voy a cantar, la intención que quiero que tenga y va saliendo libre. Y después, ya se puede matizar más algunas intenciones o efectos».

 

 

A menudo leemos tu nombre acompañado de otros como Aretha Franklin, Ella Fitzgerald, Nina Simone o Janis Joplin. ¿Son estas tus principales referentes? ¿Quién más dirías que influyó en tu manera de entender la música?

Helena: «Sí, sí que lo son. A mí me gustó siempre el jazz porque ya me lo ponían en casa y las voces de las músicas a las que hago referencia me marcaron siempre, además de acrecentar mi pasión por la música.

Yo tenía un CD de Janis Joplin y otro de Ella Fitzgerald con Louis Armstrong que rayé de tanto ponerlos; así como otras referencias del jazz y de la bossa nova como Astrud Gilberto y Stan Getz y João Gilberto. Otro de los discos que sonó mucho en mi cuarto fue un variado de Tracy Chapman que desde luego me influenció a la hora de componer y contar mis historias.

También Amaral fue una influencia fuerte en mi adolescencia, aunque se salía de los estilos que me gustaban más, pero las letras y la manera de contar las cosas sí me inspiraron mucho.

La música francesa, como Edith Piaf y más tarde descubriendo a Zaz, también fue referente.

Y la primera vez que escuché un blues en gallego, por SÉS, también me marcó y escuché mucho su música en esa época».

 

Jazz, soul, blues o rock son algunos de los géneros bajo los que podemos encontrarte pero, dejando de lado las etiquetas, ¿cómo describirías ti tu música?

Helena: «Describiría mi música como un viaje en el tiempo lleno de pasión, fuerza y sensibilidad».

 

Foto © Estudios Mans

 

Actualmente te rodeas de una banda compuesta por Manuel Gómez (teclados), Nicolás Rodríguez (batería) Kike Romay (bajo) y Jorge Álvarez (guitarra). ¿Por qué ellos? Además de sus instrumentos, ¿qué dirías ti que aportan al proyecto?

Helena: «Casi todos ellos son músicos con los que ya había tocado en otros proyectos, de versiones principalmente, y con los que me entendí muy bien a nivel musical además de personal; ahí ya empiezas a compartir la música que haces y a todos les interesó el proyecto también. Para mí fue una suerte, porque todos son músicos con mucha experiencia y calidad y cada uno aporta algo distinto y singular al proyecto.

Es importante cuando estás empezando rodearte de gente que quiera estar implicada y que sepa también lo que significa empezar en esto y quieran estar apoyando, no solo participando; estoy muy agradecida de que sigan queriendo formar parte. Aportan todo el bagaje musical, ideas nuevas, estilos personales, experiencia y también humor y amistad, que es importante».

 

En 2023 fuiste parte de la primera edición del SONEMERXENTE, la aceleradora musical de la Xunta de Galicia y la Fundación Paideia. ¿Qué enseñanzas llevaste en el bolsillo? ¿Qué supuso esta experiencia para los inicios, y posterior desarrollo, de tu proyecto?

Helena: «De Sonemerxente me llevo sobre todo los compañeros de los otros proyectos, hacer piña y conocer a profesionales del sector, como Juan de Dios con el que ya continué después de la aceleradora como productor. Llevo enseñanzas de cómo funciona la industria, también de lo complejo que es, y de que, muchas veces, por desgracia, lo menos importante parece ser la música. No porque me enseñasen eso directamente allí, sino porque la industria implica muchas cosas detrás a las que las veces es difícil tener acceso y que requieren mucho esfuerzo y trabajo... y ni siquiera eso puede garantizar nada.

Conocer el trabajo de comunicación, a través de “La Trinchera”, la labor de discográficas, experiencias de grupos ahora de éxito como Rodrigo Cuevas... te dan en general una visión de todo el engranaje de la industria musical y cómo funciona».

 

 

 

En “Glass” cantas a las diferentes versiones de nosotros mismas, vistas en trozos de espejos rotos, a través de una historia de amor y desamor. ¿Cómo llegaste a esta metáfora y de qué forma conseguiste «traducirla» la canción?

Helena: «La idea de “Glass” nació cercana a la pandemia, primero fue el instrumental con la guitarra, para lo que no tenía letra, y después la historia.

Partió de reflexionar sobre una historia de “desamor” que yo estaba observando y pensé lo irónico que era que seamos capaces de ver esas cosas al verlas desde fuera y no cuando nos pasa con nosotros mismas. Así que dije, pues puedo contarla como historia entre tres personas, una observadora, como era yo, y las dos implicadas y que ella misma tuviese el doble sentido; pensando que lo normal es que de primeras se identifique como una canción de desamor y que el videoclip acompañase esa otra visión. Así como jugar en las estrofas con la persona que está contando cada cosa: en primera, segunda o tercera persona.

Nosotros teníamos un espejo en el salón y unas ventanas que daban a un balcón y creaban en los marcos de la ventana distorsiones, así que pensé cómo se observaría desde fuera del balcón, en la distorsión de la ventana y en el espejo. Y de ahí se creó una imagen mental de la que desarrollar la letra».

 

 

Este tema se materializaba en un videoclip dirigido por Xaime Miranda, ¿cómo recuerdas esta experiencia de trabajar junto a él?

Helena: «La experiencia del videoclip fue genial, algo apurada por las circunstancias, pero genial. A parte de Xaime, con quien trabajar es un gusto por la calidad humana que acompaña a la ya reconocida calidad de su trabajo, todo el equipo que reuní de gente que yo ya conocía y había trabajado encajó muy bien con él.

Yo tenía una idea en la cabeza más o menos de lo que quería del videoclip y lo que quería contar y Xaime acabó de completarla y materializarla de la mejor manera. Estoy muy contenta del proceso y del resultado y muy orgullosa y agradecida de todo el equipo de personas que reuní y que me acompañaron en la aventura».

 

 

 

Meses después, esta canción pasaba a formar parte de Flares of Life (2024), tu primer trabajo discográfico. ¿Cómo nació, y se desarrolló, la idea de este álbum? ¡Porque ya lo venías adelantando desde hacía meses!

Helena: «Muchas canciones ya estaban en proceso; la idea del EP era presentar aquellas en las que llevaba trabajando que tenían una cohesión de vivencias propias y sentimientos concretos.

Así que la idea se fue desarrollando mientras iban naciendo las canciones, que cuando salió “Glass” ya existían la mayoría. Quería sacarlas juntas porque implicaban el inicio de mi proyecto y quería que fuesen diversas porque así soy también yo; creo que es un buen reflejo de cómo entiendo la música. También es un acto para poder seguir con nuevos rumbos y músicas, una vez ya mostrado lo anterior».

 

El título, «Flares of Life», se podría traducir al castellano cómo «chispas de vida» o «brotes de vida». ¿Es así como consideras este trabajo, o la música en general, como un aliento de vida?

Helena: «No lo había leído así, la verdad, pero sí, también lo es, un aliento de vida. El título venía a contar como el trabajo nacía de esas chispas de luz, de vida, que son los eventos que nos pasan y los sentimientos que nos atraviesan con ellos. Esos pequeños brotes de vida que van saliendo y de los que quise recoger algunas emociones concretas y situaciones y hacerlas canción».

 

Foto © Miguel Gomar (Feito a Man)

 

Entre los cinco temas que componen el EP escuchamos “It Just Happened Again”, un corte en el que sorprendes con un funk de casi tres minutos de duración. Aunque este estilo está, como quien dice, hermanado con tus géneros de referencia (R&B, soul, jazz) es un estilo mucho más bailable. ¿Qué propició que experimentases con el funk en esta pieza?

Helena: «“It Just Happened Again” nació siendo más rock y fue uno de los temas que creció con la banda. Yo tenía una demo que presenté para tocar, pero había algo que no nos funcionaba.

En cuanto al estilo, a mí siempre me encantó el funk y hacer algo más bailable, siempre canté y bailé funk pero no compuse. Pero en este caso, fue el batería (Nico) quien, con la demo que teníamos, propuso un ritmo diferente —más disco casi, más que funk diría yo— y que de repente dio vida a la canción. Así que con esa idea y trabajando con el productor quedó algo que se asemejaba más a la energía que yo buscaba en el tema y que no acababa de encontrar, sin saber muy bien por qué.

Para mí era importante diferenciar las dos partes que tenía sin que se descompusiese de todo el sentido de la canción; el ritmo unificaba esto sin dejar de mostrar las diferencias entre las partes».

 

 

Ya que hablamos de experimentar, ¿cómo trabajasteis los temas de Flares of Life? ¿Cómo fue su proceso creativo? Es decir, ¿nacieron primero las letras a las que luego le pusiste música, vinieron primero las melodías, depende...?

Helena: «Las canciones, cada una de un año distinto, tuvieron un proceso muy diferente.

“Arrolo” nació sola casi, música y letra a la vez cogiendo una guitarra pensando en cantar a mi hermana. “Glass” fue primero la guitarra y la melodía y luego la letra. ¡Esta sí que tuvo mucho más trabajo a posterior! En Estudios Mans llegamos a grabar hasta tres versiones distintas en meses distintos y con formaciones distintas y cambio mucho en estructura y en arreglos. “It Just Happened Again” fue bastante a la par también cuando hice a demo en la pandemia, pero la idea era de la letra y de la historia primero y el riff de guitarra después. “The Forgotten” fue primero música y después letra, es de las composiciones que ya venían del 2017, y “What Can I Do” nació con una letra y una melodía que después pasé a la guitarra, y al final de todo cambié totalmente la letra (salvo el “what can I do”) y pasó a tratar de otra cosa.

Mi proceso creativo siempre parte de “vomitar” una idea que tengo, que normalmente nace de una imagen o alguna metáfora que imagino. Cómo materializo eso viene desde melodías que guardo en notas de voz e intento armonizar después, a riffs de guitarra, a acordes de piano que me gustan... No tengo nunca un patrón definido. Y después, claro, revisar estructuras y arreglos con la banda y productor».

 

 

 

El último adelanto que escuchábamos de Flares of Life era “Arrolo”, una nana dedicada a tu hermana pequeña quien, por cierto, es la autora de la portada del single. ¿Cómo nace esta canción tan especial?

Helena: «Nace desde un sentimiento de ternura y amor que siempre sentía en especial al acostar mi hermana y despedirme de ella. Y de esa imagen de mí sentada dando las buenas noches, y el sentimiento al ir a dormir ella y, muchas veces tener que irme yo, nació la canción. Quería que supiera que, aunque me fuese, siempre estaría».

 

Foto © Román Sanín

 

“Arrolo” es, además, la única canción en gallego del disco. ¿Por qué este giro en el idioma? ¿Podremos volver a escucharte cantar en gallego de nuevo?

Helena: «El gallego es mi lengua materna y para una canción como esa, tan personal, para expresar algo tan puro que me nacía desde el lado del hogar y más infantil, solo había sentido en la lengua en la que me eduqué y en la que me expreso.

Quiero seguir componiendo en gallego; no todo, quizás, pero desde luego lo volveré a hacer. Los estilos que tengo de referencia siempre fueron y son mayoritariamente anglófonos, por lo que también, de todo lo que escuchas lo primero que sale es del que tienes referencia.

También tiene un componente más de vulnerabilidad componer en el idioma que entiende todo el mundo, aunque es lo que tiene sentido también para llegar al público. Pero hay algo siempre de barrera de protección en que la letra no sea entendible 100% de primeras; algo de oculto en lo que me resguardé siempre componiendo, siendo yo tímida y abriéndome en las canciones —parece así, a lo mejor, más ajeno— algo que quiero ir derribando».

 

 

Damos por hecho que tu hermana fue la fuente de inspiración de “Arrolo”, pero ¿quién inspiró las demás? ¿Cuánto tienen de autobiográfico?

Helena: «La mayoría tienen un componente algo autobiográfico y otras de reflexión e imaginarios, como “Glass” y “The Forgotten”. Nacen de un sentimiento concreto, pero no hablan de una experiencia mía específica, otras sí. Siempre se mezcla algo de ficción con lo autobiográfico, pero las canciones siempre salen de lo que yo vivo, siento y veo y experimento a mi alrededor».

 

Foto © Román Sanín

 

Antes hablábamos de tu voz... ¿cuál dirías que fue el tema a lo que más te costó darle forma desde el punto de vista vocal? ¿Y el más complicado a la hora de interpretarlo? Nosotros, así en abstracto, estaríamos entre “Glass” y “What Can I Do” en ambos casos...

Helena: «Diría que darle forma cómo tal, matices y más dinámicas, “The Forgotten”, porque era una canción que yo hacía sola en acústico durante mucho tiempo y el cambio con la producción trajo muchos elementos que hicieron replantear también la voz y cómo se entendía con el resto.

De dificultad, de tener que elegir una sería “What Can I Do” sin duda. Cada parte de la canción es muy distinta a nivel intención, los agudos del estribillo y ver cuánto de rasgado puede haber o no son lo más complejo, sobre todo de hacerlo sin dañarse».

 

 

En “What Can I Do” te acercas al country en un tema desgarrado, ¿por qué elegirlo para cerrar el disco?

Helena: «Quería empezar el disco con algo con intensidad, con potencia, como “It Just Happened Again”, y quería cerrarlo también así, con mucha energía, aunque en este caso de desgarro. Creo que es algo que me define mucho y lo que me marcó tamén de mis referentes e pienso que, como cierre y última sensación de lo que es mi voz y mi música, tiene mucha fuerza».

 

 

Grabado en Estudios Mans (A Coruña), de la producción de Flares of Life se encargó el reconocido productor Juan de Dios Martín. ¿Cómo fue a trabajar con él? ¿Qué crees que aporta al sonido del disco?

Helena: «Trabajar con él siempre es un gusto. En lo musical nos entendemos muy rápido, además de en el trato personal, y eso es el más importante. Y además es sencillo trabajar con él y sentir la cercanía a pesar de toda la experiencia y el reconocido de su trabajo.

Siempre está para apoyarnos, sobre todo, sentir cómo tiene la ilusión por trabajar con la música, con todo lo que tenemos que aportar, y por entenderse con los artistas y llegar a un punto que estemos todos contentos y cómodos. Creo que, para mí, la libertad de trabajar con un sonido que aún estoy encontrando y estar abierta a muchas posibilidades de las que ir descartando es algo que él también aprecia, y que hace todo el trabajo más ameno y un juego de niños; no por sencillo sino por divertido e ilusionante».

 

Á esquerda Juan de Dios Martín. Foto © Román Sanín

 

«Me refugio en los clásicos, pero siempre está bien abrir nuevas miras», decías en una entrevistaen Radio Galega. ¿Seguirás experimentando con tu sonido? ¿Hay alguna frontera sonora que no estarías dispuesta a cruzar?

Helena: «Siempre estoy dispuesta a experimentar con el sonido, los límites que hay son los que voy viendo mientras trato de encontrar dónde yo esté cómoda. Todo va en la línea de las referencias que tengo, pero también de mezclar y poder crear cosas nuevas y nuevas influencias. Así que nunca digo nunca, en general, pero siempre voy viendo dónde me siento cómoda».

 

¿Cómo has pensado llevar Flares of Life a los escenarios? ¿Qué podemos esperar de un concierto de Helena Egea?

Helena: «El disco fue grabado con nosotros tocando en directo y añadiendo lo necesario, así que así será el directo también; el formato con la banda, yo con la voz y el violín y con mucha energía y fuerza.

Es un concierto para abrazar la intensidad en todos los sentidos, hablando de sentimiento y partes más sensibles, pero también para bailar. Se puede esperar mucha garra para disfrutar con nosotros y pasarlo igual de bien que lo pasamos nosotros en el escenario; es algo que siempre se nota y que ya nos han dicho.

Para mí un concierto nuestro es un espacio para conectar con uno mismo y con el entorno y los músicos a través de la música».

 

 

¿Cuándo, y dónde, podremos disfrutar próximamente de tu música en directo?

Helena: «La próxima fecha será el 14 de febrero en la Sala Riquela en Santiago de Compostela, donde se estrenará el EP con nuevas sorpresas».

 

Foto © Laura Iturralde

 

Ya que eres la primera Artista de la Semana del año, vamos a finalizar con un clásico de estas fechas: musicalmente, ¿cuál es tu lista de propósitos para este 2025?

Helena: «No suelo hacer listas de propósitos concretas, pero sí tengo metas claras en cabeza. En lo musical tengo mucho trabajo que hacer para poder mover el disco, que no está siendo nada fácil. Y como propósitos más concretos quiero poder tener algo de equipo y no seguir sola; conseguir estar en alguna productora o que me escuchen, por lo menos, y conseguir delegar más de las partes menos agradables de mover mi proyecto, como management, booking, etc. Tengo como propósito claro girar con el EP y poder presentarlo en Galicia en las distintas salas y festivales que así lo quieran, y probar también fuera.

Y, finalmente, seguir creando más música con el objetivo de otro EP o álbum completo. También añadiría descubrir más música y estudiar más».

 

En la actualidad, ¿qué artista o grupo gallego nos recomendarías? ¿Algún favorito que deberíamos conocer?

Helena: «Es difícil elegir favoritos, yo nunca sé elegir favoritos, ni canciones, ni artistas, ni comida favorita... Pero voy a recomendar a compañeras que ya son bien conocidas y no serán sorpresa de nadie: De Ninghures».

 

Si abriésemos tu cuenta personal de Spotify, ¿qué escucharíamos? 100% Sinceridad, 0% Vergüenza

Helena: «Se escucharía mucho ABBA, es lo que me acompaña en tareas del hogar y derivados y siempre me anima. También listas de rock de los 60, 70, y muchos clásicos que siempre me acompañan en las listas de Spotify para bailar. Así como los programas guardados de “El Sótano” y, principalmente, listas que son para estudiar las canciones que voy a cantar.

También bossa nova para momentos más de relax, por ejemplo, y jazz instrumental».

 

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